Dentro de poco se cumplirá un año desde que el Gobierno modificó las condiciones para acceder a la ayuda de 400 euros. Las personas que agotaron sus prestaciones desde el pasado 16 de agosto tenían que cumplir con nuevos y más duros requisitos si querían cobrar la ayuda. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, se afanó en desmentir que con los nuevos criterios menos gente percibiría los 400 euros. Casi doce meses después, el Ministerio aún no ha dado dato alguno sobre qué ha pasado en el último año. Sin embargo, los datos a los que ha accedido eldiario.es revelan una drástica reducción de personas beneficiarias.
En febrero, el número de perceptores activos de los 400 euros fue de 78.000, una cifra que representa algo más de la mitad de beneficiarios que había de media cada mes antes de que los requisitos cambiaran. Desde febrero hasta ahora, el número de beneficiarios ha seguido descendiendo: en junio había 62.621 perceptores activos de los 400 euros. De ellos, solo 3.034 eran menores de 25 años y 4.315, mayores de 45 años.
Los sindicatos denuncian la opacidad del Ministerio con las cifras y la reducción de beneficiarios. Desde que comenzó a funcionar la ayuda de 400 euros (en 2011), la estadística de prestaciones nunca ha recogido su evolución, aunque sí se hacían balances periódicos. "Nunca ha habido una información detallada. Los datos que nos dan no nos sirven, esto no deja de ser un programa de recualificación y no nos explican cuánta gente se recualifica, cuánta consigue colocarse, cuánta mantiene su empleo...", dice la secretaria de Empleo de CCOO, Paloma López.
Un portavoz del Ministerio de Empleo insiste en que nunca ha habido información estadística sobre esta ayuda, y que su vinculación a programas de recualificación y a las comunidades autónomas complica la recogida de datos. El Ministerio asegura a eldiario.es que en mayo hubo unos 90.000 beneficiarios, pero por ejemplo no ha facilitado datos de abril o junio. "No caen tanto los beneficiarios sino las solicitudes", admiten. El número medio de solicitudes mensuales estaría ahora en torno a las 14.000, cuando antes era de 20.000. Empleo no tiene previsto hacer próximamente una evaluación de este programa.
"Las nuevas condiciones de acceso han limitado absolutamente las posibilidades de cobrar la ayuda", afirma Pedro Gallego, de la secretaría de Acción Sindical de UGT, que subraya que el presupuesto que Empleo ha destinado este año al programa ya revelaba que el número de beneficiarios descendería: de 525 millones de 2012 ha pasado a 165 millones para este año.
Desde febrero de 2011 hasta junio de 2013, se aprobaron 644.327 solicitudes de un total de 790.217. No hay datos sobre cuántas solicitudes se han recibido y cuántas se han aprobado desde agosto del año pasado, una vez que cambiaron los criterios.
Requisitos más duros
Los nuevos requisitos hacían que, desde el 16 de agosto, solo las personas paradas con cargas familiares o que llevaran más de doce meses en paro pudieran cobrar la ayuda. En los dos casos era necesario, también, no tener rentas superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional, es decir, 481 euros mensuales. Eso sí, el Ejecutivo introdujo un cambio sustancial: para hacer el cálculo se tendría en cuenta a toda la unidad familiar, incluidos los padres. Los ingresos totales (procedan de salarios o de cualquier tiempo de subsidio), por tanto, se dividen por el número de miembros de la unidad familiar y si el resultado es superior a 481 euros por persona, el desempleado no tiene derecho a la ayuda.
El pasado agosto, Fátima Bañez también anunció que la hasta entonces ayuda de 426 euros pasaba a ser de 450 para los parados con al menos dos personas a su cargo y de 400 para el resto de parados. La falta de información impide conocer también cuántos de los nuevos perceptores han cobrado los 450 euros.
Los sindicatos ya denunciaron entonces que los nuevos criterios reducían el número de potenciales beneficiarios. CCOO llegó incluso a estimar que el 80% de los jóvenes que vivían con sus padres y que eran potencialmente beneficiarios de este programa quedarían fuera de la ayuda.