El número de personas desaparecidas en el canal de Sicilia y que trataban de alcanzar las costas europeas se eleva a 300, según un comunicado del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) del que informa la agencia EFE. El organismo de la ONU había ofrecido una primera estimación de algo más de 200 víctimas, según el testimonio de algunos de los supervivientes rescatados este miércoles, pero las informaciones apuntan ahora a que había una embarcación más en el mar.
El total de inmigrantes que han desaparecido en el mar asciende así a 300, que incluyen las muertes conocidas este lunes, las 29 personas que perecieron por frío en otra embarcación cerca de Lampedusa.
La Guardia Costera italiana ha rescatado nueve inmigrantes, que dijeron proceder de Mali y Senegal, que contaron a su llegada a Lampedusa este miércoles que el violento temporal desatado en el Canal de Sicilia el lunes costó la vida a sus compañeros de viaje, explicó la portavoz de Acnur en Italia, Carlotta Sami.
Carlotta Sami apuntó, en un primer momento, en declaraciones a la agencia Adnkronos que el balance total se elevaba a 203 inmigrantes muertos. En ese momento, los testimonios recogidos hablaban de tres embarcaciones que salieron de Libia el sábado, pero ahora las investigaciones añaden una balsa más a la tragedia. La crifra ha aumentado más tarde con el relato de las personas que han sobrevivido.
Uno de los inmigrantes que ha sobrevivido al naufragio ha asegurado que en total viajaban 460 inmigrantes a bordo de cuatro embarcaciones, recoge la agencia de noticias Adnkronos. El superviviente, maliense de 32 años de edad, una de las embarcaciones se hundió durante la travesía. "En total éramos 460 y salimos el sábado desde Libia. Estábamos en cuatro embarcaciones. Durante la travesía, una de las embarcaciones se ha hundido con otro centenar de refugiados", ha explicado.
La Guardia Costera italiana rescató una de las embarcaciones el pasado lunes con al menos 29 personas que habían muerto por hipotermia y a otras 15 en estado muy grave. Los inmigrantes habían salido en una lancha neumática desde las costas del norte de África y también intentaban alcanzar Italia, según contó el diario italiano La Repubblica.
Cuatro embarcaciones a la deriva
Los inmigrantes que han llegado a Lampedusa han asegurado a los intérpretes que en una de las embarcaciones viajaban 105 personas y en otra 107. "Una de las embarcaciones se hundió y la otra se ha desinflado provocando el pánico a bordo", han contado los supervivientes. Los nueve rescatados han sido llevados en un remolcador hasta Lampedusa.
Este miércoles está previsto que los cadáveres de los 29 inmigrantes que murieron de frío sean trasladados de Lampedusa a Porto Empedocle, en Agrigento. Mientras la Guardia Costera italiana está patrullando la zona al límite de las aguas libias en búsqueda de los cuerpos de los inmigrantes.
Los 76 supervivientes de la primera embarcación encontrada, entre ellos un niño de 12 años, contaron a la policía italiana que llevaban tres días navegando y que les rescataron cuando comenzó a entrar agua en la embarcación. Hasta el momento, solo ha sido identificado uno de los 29 cadáveres encontrados, de un hombre marfileño de 31 años. Los fallecidos tienen edades comprendidas entre los 18 y los 25 años.
La "vergüenza" continúa
Tras el conocimiento el lunes de las primeras muertes, la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, afirmó que el operativo europeo de control de fronteras Tritón "no sirve para nada" y pidió que fuese sustituido ya que no sirve para salvar vidas. El pasado 1 de noviembre el operativo italiano "Mare Nostrum" fue sustituido por "Triton", que cuenta con menos embarcaciones y además no puede acercarse a las costas libias.
La "vergüenza" que condenó el Papa Francisco en octubre de 2013 a propósito de las muertes 368 personas que intentaban llegar al continente europeo parece haber quedado olvidada. Las tragedias, no obstante, continúan. Las muertes en el mediterránero no cesan: a veces se cuentan por decenas; esta semana, por cientos.
Ese 3 de octubre de 2013, Lampedusa se convertía en noticia, otra vez. La relación de la isla siciliana con las muertes de emigrantes no era nueva: más de 8.000 cuerpos sin vida han llegado a esta costa desde 1990. Sin embargo, ese día 500 inmigrantes divisaron por fin la isla desde la barcaza en la que habían cruzado el Mediterráneo desde Libia. Prendieron una manta para pedir auxilio y el fuego engulló todo la embarcación. 368 personas murieron ahogadas a los pies del viejo continente.
La tragedia sacudió la conciencia de Europa pero, un año más tarde de los hechos, Amnistía Internacional y la Organización Internacional de Migrantes (IOM) recordaban que el problema lejos de disminuir se había acentuado. La atención, en cambio, sí se había reducido. Desde enero a octubre de 2014, más de 3.000 personas murieron en aguas del Mediterráneo, cuatro veces más que la cifra registrada en todo el 2013. En total, 40.000 desde el año 2000.