La Plataforma de Afectados por la Hipoteca encara los próximos meses con un calendario copado de reuniones, asambleas y talleres, y con la previsión de abrir vías de acción aún no exploradas. "Ya hemos ganado el pulso de la opinión pública, a pesar de haber perdido el de la ILP", afirma Adriá Alemany, economista y activista impulsor de la PAH en 2009. Después de cuatro años de lucha, "hemos conseguido que muchos de los desahucios se paren, o bien a través de nuestra plataforma, o bien llamando al banco, sin necesidad de convocatoria in situ".
Los logros se han visto empañados por algunos contratiempos, como cuando el PP terminó tumbando la ILP por la vivienda digna y reformó, sin considerar las demandas populares, la Ley Hipotecaria. A pesar del fracaso formal de la iniciativa, Alemany cree que ha servido para "fortalecer el movimiento y sensibilizar a los ciudadanos sobre este gravísimo problema". La califica incluso como "una herramienta vertebradora" de las diferentes plataformas que sirve al movimiento para "seguir presionando".
Aunque a día de hoy las demandas de la PAH no se han puesto sobre papel en una ley, Alemany está convencido de que han abierto una veda que "va a impedir a cualquier partido que aspire a gobernar en los próximos años esquivar la cuestión de los desahucios". De hecho, "el PP ya es consciente del coste político de la ILP y, por eso, emprendió contra nosotros una brutal campaña de vejación", explica el activista.
"Hay que ser cautos con los indicadores"
Pese a que algunos datos apuntan a una bajada de las ejecuciones hipotecarias, la PAH se muestra escéptica con estas estadísticas. "Hay que ser cautos con los indicadores. Es verdad que hemos conseguido daciones en pago, pero a cambio de que la familia se quede sin su vivienda. Y eso no se contempla en estos datos", explica Alemany. Tampoco se plasman los casos de personas que son víctimas de un desahucio y no acuden a la plataforma.
Ante esta falta de datos, la PAH se ha puesto en marcha y ha realizado cerca de 12.000 encuestas para lograr "una radiografía de lo que está sucediendo". Los resultados, plasmados en un informe que se hará público este mes, van a ayudar a dibujar un perfil de los desahuciados. "Es importante estudiar cuál es el estado anímico de estas personas y cómo una situación de costes sociales irreversibles puede afectar, por ejemplo, a los hijos", comenta.
Nuevas vías de acción
El decreto andaluz contra los desahucios ha abierto una nueva vía aún no explorada por la PAH: las acciones a nivel autonómico y local. O lo que Alemany llama "romper desde abajo". Este decreto, suspendido cautelarmente por el Tribunal Constitucional, ha servido a la plataforma para reparar en que "puede hacerse mucho más en el ámbito local", ya que "los ayuntamientos son más sensibles a las demandas de los ciudadanos".
Mejorar la organización interna es otra de las tareas pendientes del movimiento, que seguirá llevando a cabo acciones colectivas a nivel estatal, regional y local con el objetivo de "cortocircuitar el sistema financiero". 180 plataformas en activo cuya coordinación, considera Adrià, "permitirá llevar a cabo acciones más potentes y sostenidas en el tiempo para presionar a las entidades financieras".
Acabar con la vulneración del derecho de las personas a una vivienda digna, seguir batallando para impedir desahucios y poner en jaque a las entidades financieras son objetivos que la PAH sigue marcándose este año en una "situación muy jodida de emergencia habitacional" que, sin embargo, se presenta como "un contexto de oportunidad único" para continuar abriendo camino.