Las vacaciones de verano han sido un pequeño bálsamo para Mariano Rajoy. Algo más de quince días entre Doñana y su tierra natal, Galicia, le han servido al jefe del Ejecutivo para descansar y recargar pilas de cara a los intensos meses que le esperan a su regreso a Madrid, no solo como presidente del Gobierno sino también como líder del PP. Un nuevo y difícil curso que, como ya es tradicional, Rajoy inaugurará con Núñez Feijoo en Soutomaior (Pontevedra) rodeado de los suyos en un gran acto que levanta mucha expectación por las claves que podría dejar caer de cara a posibles cambios en el partido y en el Gobierno para recuperar el impulso político.
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