Lejos de la diplomacia, de las conversaciones teléfonicas entre Rajoy y Cameron y de las buenas palabras (aunque contradictorias) de los comunicados institucionales, hay quien apuesta en el Reino Unido por la mano dura para acabar con el conflicto de Gibraltar. En un artículo publicado en la web afín al partido 'tory' conservativehome.com, el diputado conservador por Romford, Andrew Rosindell, expresa su hartazgo por el estallido de una nueva crisis en el Peñón y pide a Cameron que se prepare para enviar a la Royal Navy a Gibraltar y al embajador español de vuelta a Madrid.
"Con la economía en caída libre, el desempleo en niveles del 40% y el malestar social extendiéndose, el Gobierno de España hace exactamente lo que cualquier régimen hace cuando se encuentra contra la pared: dirigir el enfado de sus ciudadanos contra los extranjeros", afirma el miembro conservador de la Cámara de los Comunes.
En su artículo, Rosindell considera que lo ocurrido en los últimas semanas es impropio de una democracia moderna integrada en la Unión Europea y la OTAN. El diputado tory se pregunta, de hecho, si el Reino Unido no debería haber exigido a nuestro país una garantía clara sobre Gibraltar antes de aceptar su entrada en ambas instituciones.
La situación, según el político conservador, ha llegado al punto de "evidenciar" que confiar en el diálogo no es suficiente para resolver el conflicto y que es necesario adoptar en "enfoque más robusto" para frenar la escalada española.
"Ha llegado el momento de que España y su Gobierno actúen como una democracia del siglo XXI, superen esta estupidez, terminen con el sinsentido y dejen atrás este lamentable episodio. Si no lo hacen, habrá que ordenar al embajador español en Londres que regrese a casa, enviar a la Royal Navy a las aguas de Gibraltar para proteger los intereses británicos y el Reino Unido deberá mostrar en todo foro y organización internacional su influencia para desafiar a España", afirma.
Rosindell reclama al primer ministro, David Cameron, (miembro de su propio partido) que lance "la señal más enérgica posible" de que el Reino Unido va a permanecer siempre "hombro con hombro" con Gibraltar y recomienda a la reina Isabell II visitar el Peñón. "Entonces quedará claro el mensaje: el Reino Unido defiende a Gibraltar ahora y siempre", concluye.