Francisco y Roberto son dos trabajadores gallegos de los astilleros españoles. En plural, porque como ellos dicen "vamos y nos movemos donde hay trabajo". Llevan poco más de un mes en La Naval de Sestao. Este viernes ha sonado con intensidad la sirena sobre las diez de la mañana y junto al resto de trabajadores han acudido a la llamada de los cinco comités de empresa de los astilleros vascos que aún siguen en pie. La Naval de Sestao, Zamakona, Murueta (en Bizkaia) y Pasaia y Balenciaga (en Gipuzkoa). 6.000 empleos directos e indirectos están en juego.
Los dos trabajadores gallegos tienen 43 años y han dedicado buena parte de su vida a hacer barcos en el astillero de Astano. "Pero en el 2000 aquello se paró y, entonces nos preguntamos: ¿y ahora de qué vivimos? Ahora estamos aquí, hemos pasado por Cartagena, en realidad vamos donde haya de comer, porque está claro que no puede faltar de comer en la mesa de casa". Quien habla es Roberto, pero su compañero Francisco asiente con la cabeza. Ambos tienen hijos y no les faltan ganas de trabajar. Pero saben que el conflicto surgido con las ayudas al sector Naval por el sistema tax lease de los últimos años ha colocado a los astilleros al borde de la muerte. "¿El futuro? no hay futuro. Nada de nada. A partir de ahora haremos barcos de papel, porque de metal te puedo decir que seguro que no", apunta Roberto junto a la pancarta en la que se puede leer "Sector Naval, solución".
Minutos antes de la charla con EDN, los responsables de los cinco comités de empresa de los astilleros vascos habían leído ante los medios de comunicación un comunicado conjunto en el que adjudicaban responsabilidades, anunciaban movilizaciones y exigían que nadie diera por perdida esta batalla, que puede ser la última en los astilleros españoles si el próximo 17 de julio se confirma por parte de la UE la obligación de devolver las ayudas al sector, unos 3.000 millones de euros. "Algo inasumible, Cualquier tipo de devolución, bien sea de los estructuradores financieros, de los armadores o a los astilleros seria la muerte súbita de sector", definían los representantes de los trabajadores de todos los sindicatos UGT, CC OO, ELA y CAT.
"Dimisión" de Almunia y Soria
"El sector Naval no puede ser el pagano de una situación que jamás ha creado, puesto que todo lo que se ha hecho hasta ahora ha sido aplicar un sistema de financiación a la construcción Naval aprobado por el Estado español, como así viene recogido en el Boletín Oficial del Estado", han clamado los representantes sindicales del sector.
Y también coincidieron en endosar responsabilidades. Primero han denunciado la "pasividad del Gobierno vasco". "No se puede escapar a sus competencias. Su responsabilidad es presionar, exigir y pedir responsabilidades ante el Gobierno de España y Bruselas", han explicado. Pero la peor parte se la han llevado el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el comisario de la Competencia, el socialista español Joaquín Almunia. Para ambos han pedido su dimisión inmediata por su "irresponsabilidad al haber permitido la utilización del tax lease que ahora ellos dicen que es ilegal". "Este sector es viable y tiene carga de trabajo", aseguran, en un intento de insuflar ánimos a los trabajadores, que más bien un futuro "negro"
Los sindicatos han diseñado un primer calendario de movilizaciones. El próximo día 11 de julio se celebrará una marcha entre los astilleros de la margen izquierda del Nervión, de Sestao a Santurtzi. Unos días antes, el 9 de julio, se producirá otra movilización en Gipuzkoa, probablemente en Zumaia. Los comités de empresa de los cincos astilleros vascos han hecho un llamamiento a la ciudadanía "para que se solidarice y respalde las movilizaciones". "No podemos permitir la pérdida de más empleo en Euskadi", han concluido.