“No creo que se atrevan a llevar hoy al Consejo de Ministros los planes de liberalización del tráfico de pasajeros por ferrocarril en España y la división de Renfe en cuatro sociedades, después de lo ocurrido el miércoles en Santiago de Compostela”. Quien así se expresa es una de los dirigentes sindicales de la operadora ferroviaria que hoy mismo a las 13.30 está convocado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, para recibir explicaciones sobre el contenido del proceso liberalizador y privatizador del tren que el Ejecutivo se comprometió a realizar antes del próximo miércoles 31 de julio. Los sindicatos convocados son CCOO, UGT, CGT, Semat y SCF, y ninguno de ellos había recibido ayer alguna indicación para suspender o aplazar el encuentro.
En las jornadas anteriores a que se produjera el trágico descarrilamiento del tren Alvia, las noticias sobre los planes liberalizadores del ferrocarril de pasajeros y sobre el troceamiento de Renfe se habían vuelto confusas y contradictorias. En una filtración que sin duda provenía de Ana Pastor, un diario económico informaba de que el Ministerio de Fomento se estaba valorando la posibilidad de volver a fusionar a Renfe con el administrador de infraestructuras ferroviarias, Adif. No solo no se abriría el mercado a la competencia, sino que se volvería a un esquema de hace una década, que por otra parte es el que mantiene algunos de los grandes colosos del ferrocarril europeo como es la ferroviaria francesa SNCF.
No se fían
Pero los representantes de los trabajadores del ferrocarril no se fían. En el vaivén de posiciones que Ana Pastor ha ido manteniendo o, al menos expresando en público, las fuentes citadas temen que en las próximas horas vayan a concretarse en tres medidas distintas: la primera la división de Renfe en cuatro sociedades diferentes, la segunda el lanzamiento de escenario de liberalización del tráfico de pasajeros que vaya más allá del anunciado últimamente y que afectaría solo a los trenes turísticos de lujo, y el tercero la aprobación de un ERE para reducir la compañía en 500 empleos este mismo año y no realizar ninguna nueva contratación hasta 2023.
El plan de división de Renfe al que el Consejo de Ministros podría dar vía libre hoy mismo contempla su segregación en cuatro sociedades. La primera empresa estará especializada en tráfico de pasajeros; la segunda a actividades de mantenimiento de trenes, la tercera a tráfico de mercancías, y la última a la gestión del actual parque de trenes y material rodante de la compañía. (En algún momento se ha pretendido que la propia Renfe, o lo que quede de ellas, debería ceder a esta sociedad su propio material, aunque ahora parece que solo le entregará los trenes que tiene inactivos).
Privatizar
El segundo eje de la iniciativa transformadora del ferrocarril pasa por privatizar algunos servicios de la Renfe actual, especialmente el de mercancías y el de mantenimiento. A su vez se prevé liberalizar los servicios de pasajeros, introduciendo operadores privados en los corredores del tren de alta velocidad. Al parecer, según las nuevas ideas de Ana Pastor, no se dejaría entrar a operadores terceros directamente en las líneas de alta velocidad, sino que en forma de paquete se le exigiría hacerse cargo de la explotación de otros servicios menos rentables.
Para los servicios de cercanías y regionales, amparados por el concepto de servicio público, y por tanto susceptibles de recibir subvenciones estatales, se optará por la vía de la concesión mediante la fórmula de franquicias que ya funciona en el Reino Unido y en Alemania. Cada franquicia se articula en un corredor, un grupo de líneas o un núcleo de cercanías. Su gestión será adjudicada a una empresa privada. La adjudicataria explotará los trenes que operaran con anterioridad en la línea con su personal y sus viajeros, de manera que mediante un sistema de licitación se fijarán unos parámetros mínimos de explotación por un período limitado en años de adjudicación. Las empresas candidatas deberán realizar sus ofertas de servicio fijando compromisos de calidad, frecuencia, puntualidad, precios, etcétera.