Pedro Sánchez confirma su intención de ser candidato a la secretaría general del PSOE en el congreso que los socialistas celebrarán el próximo mes de julio. El diputado madrileño ha anunciado su intención de pelear por el liderazgo del partido tan solo unas horas después de que la presidenta andaluza, Susana Díaz, haya renunciado públicamente a presentarse.
"Tengo muchas ganas de competir", ha expresado Pedro Sánchez en el programa Las Mañanas de Cuatro: "La fuerza que tengo es la de muchos militantes", ha añadido el diputado que ha asegurado que fueron las bases quienes le animaron a dar el paso. Sánchez ha matizado que hará un anuncio oficial "a finales de esta semana".
Sánchez ha explicado que "la nueva dirección socialista tiene que tener cinco compromisos claros", entre ellos la convocatoria de "primarias abiertas" para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno.
El diputado madrileño ha elogiado a Díaz por su decisión: "Yo respeto mucho la decisión de la gente de Andalucía", ha dicho. "Susana Díaz ha antepuesto los intereses de los andaluces y también favorecer el PSOE".
Pedro Sánchez ha señalado que lleva unos días encontrándose con militantes de diversos puntos de España. Este lunes dio un paso al frente al pedir libertad de voto de los diputados socialistas en la ley de abdicación del rey que se debatirá este miércoles. Esa maniobra le acerca a algunos sectores del PSOE. No obstante, este martes ha defendido votar a favor de esa ley orgánica "porque es coherente con la promesa hecha al tomar posesión del escaño".
De momento solo dos socialistas han hecho pública su intención de presentarse a liderar el PSOE tras la marcha de Alfredo Pérez Rucalcaba. Además de Pedro Sánchez, el exdiputado José Antonio Pérez Tapias, de la corriente ideológica Izquierda Socialista, es el otro candidato.
Eduardo Madina es otro de los nombres que suenan para liderar el partido, aunque todavía no lo ha confirmado. El diputado vasco aseguró que se presentaría al congreso extraordinario de julio únicamente si todos los militantes podían votar y no solo fueran los delegados quienes eligieran al líder socialista.
