La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, anunció hoy por sorpresa en el consejo de ministros que España devolverá, de forma anticipada, parte del rescate financiero que solicitó en 2012. La vicepresidenta hizo un somero anuncio en el que solo concretó que la cantidad que se devolverá estará alrededor de los 1.300 millones de euros, frente a los casi 42.000 millones solicitados al fondo de rescate.
El préstamo solicitado por España tiene un plazo de vencimiento de 12,5 años (aún quedan diez para que venza) a un tipo de interés medio del 0,5%, unas condiciones que desde todos los organismos se vendieron com muy "ventajosas" y que sin duda, lo fueron. Sin embargo, el Ejecutivo decide devolver de forma anticipada una parte sin que sea necesario. Lo lógico cuando se toma una decisión así es partir de la base de que sobra liquidez y que no tiene mejor destino que el de amortizar un préstamo, pese a que este sea blando. La decisión, que tiene un coste de oportunidad para las arcas del Estado, tiene un rédito básicamente político.
En principio, y según apuntan fuentes bien informadas, el montante que se devuelve saldría de la caja que se ha hecho con la venta del 7,5% de Bankia por parte de su principal accionista, BFA, propiedad al 100% del Frob, brazo financiero del Estado. Con la venta que se hizo en abril se recaudaron 1.304 millones de euros, con unas plusvalías de 136 millones de euros.
Sin embargo, y a falta de conocer más detalles, no hay mecanismos actualmente que contemplen cómo BFA puede repartir dividendo al Frob. Es más, el FMI ha desaconsejado que la banca reparta dividendo este año.