"Llevamos un año y medio de gira y ahora regresamos a "Casa" con las mismas ganas de contar estas historias de exilio e inmigración, con las mismas ganas de conmovernos y reírnos con el público y hacer ese homenaje a mucha gente que implica esta función", así anunciaba Juan Diego Botto que regresan a Madrid, ciudad resorte que les impulsó por todo el país.
Ahora, después de acumular seis nominaciones para los próximos premios Max de las Artes Escénicas, el equipo de Un trozo invisible de este mundo representará los cinco monólogos del exilio en el Matadero desde el 9 de mayo al 8 de junio. Esta obra de teatro político/ social, dirigida por Sergio Peris-Mencheta e interpretada por Juan Diego Botto y Astrid Jones, ha levantado ovaciones entre la totalidad de los patios de butacas de España. Un guión apabullante, escrito por Botto, y una cuidada puesta de escena son lo que les ha alzado como la gran candidata a Mejor Espectáculo de Teatro, Mejor Dirección de Escena, Mejor Actor, Mejor Autoría Revelación, Mejor Diseño de Iluminación, Mejor Escenografía.
Arquímedes, Locutorio, Carta al hijo, Turquito y El privilegio de ser perro son las cinco historias conmovedoras de inmigración que inciden en temas tan candentes como el desarraigo, la marginación, la xenofobia o los abusos de poder. Especialmente turbadores y emotivos son los soliloquios que representan Botto y Jones sobre las desapariciones en la Argentina dictatorial de Videla y el caso de la congoleña Samba Martine.
"La cultura en sí puede ayudar. Hace poco se ha reabierto el caso de Samba Martine, en el que está inspirada la obra de teatro. Y gracias a ésta se ha conocido más lo que le ocurrió. Los abogados o fiscales que hayan visto la obra quizá hayan reflexionado sobre los CIES y cómo se trata a la gente" concedía Botto en una entrevista en eldiario.es. Sin embargo, también criticaba que "tenemos un ministro y un Ministerio de Cultura que trabajan para destrozar el sector". Por eso estos proyectos se han convertido en imprescindibles, en una condición social sine qua non.
Un trozo invisible de este mundo ha cosechado artículos y críticas envidiables en casi todas las cabeceras de referencia de nuestro país. Su carácter, más humano que reivindicativo, ha conquistado a plumillas de toda condición y mañana vuelve para hacer repetir la experiencia a los admiradores madrileños. Si quiere reservar su entrada, pinche aquí.