Sonia Castedo, de baja por maternidad, renunciará a su escaño en las Corts Valencianes este viernes. La alcaldesa de Alicante, que apenas pisaba el parlamento autonómico, consigue así librarse de la presión del PP valenciano contra los imputados de su grupo parlamentario –ya sólo quedan cuatro- y, sobre todo, dilata la investigación abierta contra ella por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano.
El alto tribunal, que le ha imputado supuestos delitos de revelación de información privilegiada, tráfico de influencias y cohecho por el presunto amaño del plan general de ordenación de Alicante, deberá ahora renunciar a la causa, que volverá a ser instruida en un juzgado de Alicante al no afectar a ningún aforado. Antes que Castedo, también dimitió su antecesor en la alcaldía, Luis Díaz Alperi, imputado en la misma causa.
Según el diario Información, la dimisión, ya presentada ante notario, será registrada en las Corts Valencianes el 2 de mayo. La dilación del proceso judicial, sin embargo, puede ser contraproducente para la alcaldesa, que ha dejado Alicante en quiebra y está siendo provisionalmente sustituida en el cargo por otro concejal imputado. La causa, probablemente, se dilatará, por lo que Castedo aspiraría a su reelección contraviniendo la línea roja de Alberto Fabra, que quiere apartar a los imputados de su partido de las candidaturas para las autonómicas y municipales de 2015.
Fabra contra Castedo
Castedo, sin embargo, quiere seguir gobernando Alicante. Hace poco aseguró que está “con fuerza para continuar”. Y desde su imputación por el caso Brugal, aseguró que “nunca” se ha planteado dejar la alcaldía. El presidente de la Generalitat piensa de otra manera. “Vuelvo a decir [en referencia a Castedo] que los imputados deben centrarse en resolver sus problemas en los juzgados y no tener protagonismo en el partido, en el Gobierno ni en las Cortes”. La disputa está servida.
