[Imágenes: Blasco de Avellaneda/Edición del vídeo: Alejandro Navarro Bustamante/Texto: G. S.]
¿Qué se ve en este vídeo?
- Más de 20 inmigrantes, muchos de ellos heridos, con sus ropas manchadas de sangre, están en lo alto de la valla interior (zona española) y se niegan a bajar.
- La Guardia Civil coloca una escalera para que desciendan. Después de más de cinco horas sentados sobre la alambrada, ceden y comienzan a bajar voluntariamente.
- Uno de los inmigrantes prepara unos documentos antes de bajar, previsiblemente con la intención de enseñárselos a los agentes (podrían ser los papeles que acrediten una demanda de asilo o su país de procedencia). No se ve si la Guardia Civil lo analiza o no.
- La Guardia Civil lleva a todos los inmigrantes que han pisado suelo español al interior de las dos vallas, donde esperan sentados.
- Los inmigrantes andan con dificultad: algunos cojean, otros se tropiezan mientras caminan. Presentan cortes y lesiones pero ninguno de ellos recibe asistencia médica en España.
- Después de pisar suelo español, son entregados a Marruecos sin identificar, algo ilegal según la Ley de Extranjería.
- Una persona que anda con dificultad es empujada por un agente español cuando está tratando de subir el escalón de la puerta de la alambrada más cercana a Marruecos. Se oye a una periodista decir: "A ese le acaban de hacer polvo".
Las devoluciones inmediatas a Marruecos sin identificación previa son ilegales según la Ley de Extranjería, el tratado bilateral con Marruecos y diferentes tratados internacionales. Aunque llevan siendo denunciadas por ONG y periodistas durante al menos 12 años, los diferentes gobiernos (tanto del PSOE, como del PP) siempre las han negado. También las desmentían las fuentes oficiales de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
Hasta este año. Tras la tragedia de Ceuta, con las correspondientes imágenes que demostraban una vez más las devoluciones inmediatas, el Gobierno actual trata de legitimar estas prácticas con una nueva interpretación de la ley que, según asegura, se lleva practicando desde 2005.
Su teoría: las devoluciones son ilegales si el inmigrante llega a España pero, aunque el extranjero pise suelo español, no se considera que ha alcanzado este país si no supera todo el dispositivo "antiintrusión", agentes de la Guardia Civil incluidos.
El Consejo General de la Abogacía Española y expertos en derecho internacional consideran insostenible esta interpretación, porque implicaría la flexibilidad de las fronteras españolas en función del lugar donde se encuentren las fuerzas de seguridad.
