La candidatura socialista a las elecciones europeas fue aprobada este sábado por el Comité Federal del PSOE con el 98% de los votos, aunque en varias federaciones había malestar por la composición de la lista.
La paradoja de que dicho descontento no se haya reflejado en la votación está en que los barones socialistas mantienen el pacto de preservar la unidad, al menos, hasta la celebración de estos comicios. Y ha primado más la disciplina interna que los intereses territoriales.
Pero lo que sí se reflejó en la reunión del máximo órgano del PSOE entre Congresos es que la composición de la candidatura no ha despertado gran ilusión.
El secretario general del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV), Ximo Puig, no pudo evitar a la entrada manifestar su descontento y apuntar que le procedimiento para la confección de las listas puede ser mejorable. También la federación de Baleares dijo no estar de acuerdo con las listas, y una de sus representantes en el Comité Federal votó en contra (hubo cuatro votos en contra y dos abstenciones).
También manifestaron su malestar y votaron contra la candidatura los representantes de Izquierda Socialista. La dos abstenciones fueron de miembros del consejo sectorial de la diversidad.
Asimismo, no han gustado ni los nombres ni las formas con la que Susana Díaz ha impuesto a sus tres candidatos en puestos de salida en la lista. Ni en Ferraz, ni en Andalucía. Y federaciones como Extremadura o Murcia consideran que no han estado bien representadas.
A todo ello le restó importancia la dirección federal que puso en valor el amplio apoyo conseguido. "Esto siempre es difícil y, siendo la lista cremallera, aún más. Pero no hay ni más ni menos malestar que en otras ocasiones. No todo el mundo puede salir contento", afirmó Gaspar Zarrías.
Rubalcaba: "Hay que abrir un nuevo ciclo"
En los discursos ante el Comité Federal de Alfredo Pérez Rubalcaba -que volvió a hacerlo a puerta cerrada- y de Elena Valenciano se dejó claro que el PSOE se plantea estas elecciones en clave nacional y buscando la derrota de Mariano Rajoy.
Valenciano afirmó en este sentido que el 25 de mayo "debe ser un punto de inflexión en la política española, el principio del fin de la hegemonía de la derecha. Ganando estas elecciones empezaremos a ganar las siguientes", dijo.
Rubalcaba, consciente de que había superado otro escollo, puso en valor tambien el respaldo interno conseguido, aunque sea sólo de cara a la galería: "El PSOE tiene que abrir un ciclo y es fundamental parar a la derecha en las urnas. Y podemos ganar estas elecciones si estamos unidos y cerca de la gente".
En menos de tres horas, con debate político incluido sobre Europa, Ferraz despachó el Comité Federal. Todo fue de mero trámite. El acuerdo de mantener la unidad hasta el 25 de mayo y olvidar las primarias de, momento y de cara a la galería, se mantiene.