Según el presidente del Gobierno, entre 2004 y 2011 se produjeron 13 "asaltos" al día a las vallas de Ceuta y Melilla. Mariano Rajoy no ha explicado cuál es la fuente oficial de ese dato, que ha usado como arma arrojadiza contra Alfredo Pérez Rubalcaba cuando este le ha preguntado por las muertes de 15 personas en la frontera de Ceuta el pasado 6 de febrero.
En lugar de aclarar la actuación de la Guardia Civil en la tragedia que tuvo lugar en Ceuta hace 20 días, Mariano Rajoy se ha limitado a recordar la política migratoria del anterior gobierno socialista durante sus primeras intervenciones en el debate sobre el estado de la nación. Y lo ha hecho con unas cifras sorprendentes: “Desde 2004 a 2011, hubo 20.000 intentos de asalto en Melilla. 17.000, en Ceuta”. De ser así, tendrían que haberse producido cerca de siete intentos de entrada al día a través de la valla melillense. Seis, en el caso de la frontera ceutí.
Durante sus distintas intervenciones en el debate con Rubalcaba, el presidente del Gobierno no se ha referido directamente a los sucesos ocurridos en la frontera el pasado 6 de febrero. Tras ser preguntado por el líder de la oposición acerca de la polémica actuación de la Guardia Civil en el intento de entrada donde murieron al menos 15 personas, Rajoy ha continuado sin nombrar este día, sin citar la palabra “antidisturbios”, sin mencionar el baile de versiones oficiales y sin referirse de forma concreta a las 15 víctimas mortales de la tragedia de Ceuta: "Ahora tenemos un problema importante en Ceuta y Melilla porque hay muchas personas que han perdido la vida. Es lo peor, pero desgraciadamente no es la primera vez que ocurre".
En su discurso inicial ha aludido a "los recientes acontecimientos de Ceuta y Melilla” que, según sus palabras, “ponen de actualidad un dramático problema que la Europa comunitaria todavía no ha acertado a resolver". De esta forma, tan solo se ha referido al fenómeno migratorio en general, responsabilizando a la Unión Europea del “dramático problema” , mencionando las líneas de trabajo gubernamentales necesarias para “controlar la inmigración” y atacando a su opositor, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su etapa como ministro de Interior.
En este sentido, ha recordado la instalación del criticado alambre de cuchillas durante el Gobierno socialista y ha querido mencionar el supuesto número de intentos de entrada de inmigrantes efectuados durante las legislaturas de Zapatero: “Desde 2004 a 2011, hubo 20.000 intentos de asalto en Melilla. 17.000, en Ceuta”.
No es la primera vez en los últimos días que el Gobierno desliza grandes cifras redondas sobre la inmigración. La semana pasada, Interior difundió un informe policial que hablaba de que 30.000 inmigrantes estaban "preparados" para intentar su salto. En 2005, la misma cifra de 30.000 subsaharianos que aguardaban en Marruecos fue esgrimida como ejemplo de la "presión migratoria" tras las muertes de cinco personas en un intento de salto de la valla de Melilla.
Además, el presidente ha alabado la labor del Ejecutivo en el desarrollo de las líneas que, según dice, conforman su política migratoria como “la lucha contra las mafias” o “la cooperación con los países de origen y de tránsito”. “Es importante cooperar para mejorar los niveles de riqueza de los países de origen para evitar que esa gente tenga que irse de sus casas”, ha afirmado Rajoy. Sin embargo, el presupuesto destinado a este supuesto fin, el de cooperación al desarrollo, ha sido recortado más de un 70% en los tres últimos años.
Rubalcaba: "Me acuerdo de lo que yo tuve que aplicar"
El líder de la oposición ha instado a Mariano Rajoy a aclarar lo ocurrido en la tragedia de ceuta “por el honor de la Guardia Civil”, para que los españoles mantengan en su memoria las imágenes del instituto armado “salvando naúfragos” y estas no se enturbien con “una acción de disparo de material antidisturbio”.
Alfredo Pérez Rubalcaba, exministro de Interior, ha admitido que, como defiende Rajoy, la política migratoria es “una política de estado”, para después matizar: "Créame que me acuerdo de lo que yo tuve que aplicar", en referencia a su etapa al frente del Ministerio.
En este sentido, el socialista no ha querido criticar la política de inmigración del Gobierno porque es una “política de estado” que ha comparado con la lucha contra el terrorismo. "Se trata de un suceso dramático, no de cuestionar la política de Estado: se trata de aclarar la actuación de algunos guardias civiles que ha visto el conjunto de los españoles y que, ciertamente, no son defendibles", ha zanjado el líder de los socialistas.