Habla desde una furgoneta con dirección a la comisaría de Tetuán. No tiene miedo, dice, parece acostumbrado. Aiman -nombre ficticio- acaba de arriesgar su vida pero se mantiene sereno: es una de las 400 personas que han intentado alcanzar Ceuta a nado, rodeando su espigón fronterizo. Hay mucho ruido, sus palabras se mezclan con gritos de sus compañeros, detenidos por las fuerzas auxiliares marroquíes. "Intentábamos llegar y la 'guardia' nos ha disparado balas de plástico. Hay muertos, hay muchos muertos".
Había muertos: cinco, siete, ocho... Las cifras oficiales van variando a lo largo de la mañana. El camerunés, de 31 años, culpa a la Guardia Civil española de las agresiones recibidas en su intento de entrar a nado en Ceuta.
P. ¿Quién os ha agredido? ¿La Guardia Civil española o agentes marroquíes?
R. La guardia, la guardia.
"La policía marroquí ha llegado después, la española estaba antes. Los marroquíes llegaron como media hora después. Es la 'guardia' la que se ha encargado de nosotros", explica convencido en conversación con Desalambre. "Han disparado mucho. Más que las otras veces. Por lo menos durante media hora. Ha pasado todo muy deprisa. Es la primera vez que han disparado así. La 'guardia' disparaba y algunas personas se quedaron inconscientes en el agua. Otros se han ahogado". Interior admite el uso de material antidisturbios pero no cuando los inmigrantes se lanzaron al agua, sino únicamente cuando intentaron atravesar la frontera terrestre. Algunos testimonios de los supervivientes contradicen esta afirmación.
También denuncia devoluciones en caliente. "Muchos de mis compañeros han logrado entrar pero les han echado otra vez fuera". Esta práctica es ilegal según la ley de Extranjería pero diferentes ONG como Prodein y Caminando Fronteras llevan denunciándolas desde hace años.
Louis -nombre falso-, también camerunés, responde el teléfono horas más tarde desde la comisaría de Tetuán. Alejado del infierno que ha tenido que presenciar, explica que algunos de sus compañeros han sido trasladados al hospital. Otros ya no están. "He visto cómo sacaban los cuerpos del agua. Un camerúnes, un senegalés, un congoleño...", enumera el joven, quien asegura que la Guardia Civil española ha lanzado gas lacrimógeno sobre ellos cuando se encontraban en el agua.
Cuenta su experiencia desde el principio. "Esta mañana 250 personas que vivimos en la zona montañosa de la frontera intentamos entrar por la frontera y forcajeamos con la policía. No nos han dejado pasar y ha habido unos tumultos". Este sería el único momento en el que, según Interior, los agentes españoles utilizaron el material antidisturbios. Pero Louis continúa: "Entonces, nos fuimos a la playa y cerca de 200 nos tiramos al agua. La policía -Guardia Civil- nos ha parado. Nos ha atacado más la 'guardia' que la policía marroquí. Han lanzado pelotas de goma, han pinchado neumáticos donde algunos se habían montado y nos ha rociado con gas lacrimógeno. La gente ha empezado a tener ataques de nervios".
Diferentes versiones a lo largo del día
Fuentes de Delegación del Gobierno aseguraron en un primer momento que las fuerzas de seguridad españolas no habían intervenido. "Estaban preparadas pero no ha sido necesario porque las autoridades marroquíes han frenado su entrada y estaban en su territorio", explicaron desde Delegación. Fuentes oficiales de la Guardia Civil de Ceuta mantenían la misma versión que Delegación. Posteriormente, una vez preguntados directamente por las denuncias de los inmigrantes registradas por eldiario.es, este mismo portavoz reconocieron que "habían podido utilizar armas de fogueo" y se excusan añadiendo que "eso no hace nada, solo hace ruido".
Se le recuerda que muchas de estas personas no saben nadar y eso podría asustarles -suelen ir acompañados de neumáticos-. "El problema es que se lanzan al mar 400 personas sin saber nadar y se aplastan los unos a los otros". Coinciden en una actitud violenta por parte de los inmigrantes. "Han tirado piedras contra todo lo que han pillado".
Finalmente, fuentes de la Guardia Civil nacional han confirmado el uso de material antidisturbios únicamente cuando los inmigrantes intentaron entrar por la frontera terrestre, para reprimir esa "actitud violenta" de los inmigrantes en su primera tentativa. "Es la primera vez que entran de una forma tan agresiva. La Guardia Civil ha intentado dispersarlos con armas de fogueo y balas de goma -mínimamente-", indican los agentes. Aiman niega esta versión. "Nosotros teníamos las manos vacías no teníamos ningún objeto", indica el camerunés.
Desde el Ministerio de Interior mantienen la versión de la Gendarmería, aunque añaden el uso de botes de humo. "Se ha utilizado material antidisturbios en el espigón porque el grupo de inmigrantes ha mostrado actitudes violentas y los agentes han tenido que llevar a cabo una acción proporcionada". Tanto Guardia Civil Como Interior insisten en dejar claro que utilizaron balas de goma y botes de humo únicamente cuando intentaron acceder a territorio ceutí por tierra".
"La policía marroquí nos ha golpeado mucho"
A medida que la charla continúaba, el Aiman narra más detalles de dónde se encuentra. "Ahora estamos llegando a comisaría. Creo que nos van a fichar y después nos trasladarán a Rabat o a Casablanca. Depende de lo que les dé la gana, siempre ocurre lo mismo", dice mostrando parte de su rabia escondida.
Una vez en tierra, llegaron las agresiones de las fuerzas auxiliares marroquíes, añade. "Han empezado a sacar del agua cadáveres. Nos hemos manifestado porque no queríamos que se llevaran los cuerpos y nos han golpeado mucho", denuncia el joven de 31 años, mientras está a punto de llegar a su destino. "En mi furgoneta hay algunos heridos leves, pero detrás se han quedado personas graves. Hay muchos heridos. Hay cabezas heridas, brazos y piernas rotas", describe. "Nos han golpeado como perros. A mujeres y a hombres. Algunas mujeres se quedaron muy débiles. Dos o tres se quedaron inconscientes".
Louis y Aiman son solo dos de los 400 inmigrantes que han intentado entrar en Ceuta durante la mañana de este jueves. No son los únicos que acusan a las fuerzas de seguridad españolas de utilizar material antidisturbios contra ellos. La ONG Caminando Fronteras ha recopilado una serie de testimonios que concuerdan. "Hablan de pelotas de goma, de gases lacrimógenos... Uno de ellos me ha llamado nervioso. Repetía 'la guardia, la guardia'", explica la investigadora de la organización desde Tánger.