La muerte de, al menos, ocho personas que intentaban llegar a Europa por Ceuta reaviva el drama de la inmigración a través de la frontera sur del viejo continente. La tragedia en la ciudad autónoma coincide con el primer mes de la primera embarcación que desembarcaba este año en Andalucía. Lo hizo el pasado 7 de enero. Medio centenar de personas de origen subsahariano, incluidos nueve bebés, fueron rescatados en aguas al sur de la Isla de Alborán. Las noticias de las pateras que alcanzan la costa andaluza son constantes. Andalucía advierte de que "la desesesperanza en África sigue creciendo" y "vamos a presenciar múltiples y nuevas formas de querer entrar en Europa".
Según el secretario general de la asociación, Miquel Araguás, hay que "pensar de manera global" y buscar "respuestas globales a fenómenos particulares". "Por desgracia, estamos en la misma dinámica de toda la vida. Las pateras siguen existiendo", resalta, al tiempo que investigar en profundidad "los efectos pero también las causas" que llevan a que esta situación continúe desde hace "tantísimos años ya".
Este mismo jueves, Andalucía Acoge, junto a APDH-A y SOS Racismo, rechazaban las reiteradas devoluciones "ilegales" en las vallas de Ceuta y Melilla, exigiendo responsabilidades al Ministerio del Interior después de hacerse pública una grabación que documenta un intento de este tipo de prácticas por parte de agentes de la Guardia Civil en la valla fronteriza entre Melilla y Marruecos de personas extranjeras, varias de ellas heridas, que habían accedido a la ciudad autónoma de forma irregular.
La precepción de Andalucía Acoge y APDH-A, a expensas de las estadísticas del último año en cuanto a fallecimientos y formas de entrada a Europa, es que "la frontera entre el sur y el norte es mucha más amplia que el Estrecho de Gibraltar", indicando que el fenómeno "no está localizado". Es su perspectiva respecto a las futuras características de la inmigración. "Hemos asistido a un pequeño paréntesis con la llegada de embarcaciones hinchables, pero "vamos a presenciar múltiples y nuevas formas de querer entrar en Europa".
Araguás lamenta y advierte de un "aumento de la represión sobre todo lo que tiene que ver con la defensa de los derechos humanos" en el norte de África. "La gente está deseperada y el goteo de personas inmigrantes que quiera entrar en Europa va a ser tremendo", anuncia.
