El Partido Popular estará obligado a retratarse en una votación secreta sobre el aborto. Los socialistas han pedido que la votación de la retirada el proyecto que ha impulsado Alberto Ruiz-Gallardón sea secreta y por papeletas. Esta solicitud debe cumplirse si la hacen dos quintos de los diputados o dos grupos parlamentarios, lo cual está asegurado.
El grupo parlamentario socialista ha formalizado en el Congreso su petición para que la votación de la proposición no de ley del PSOE que pide la retirada del anteproyecto de reforma de la ley del aborto, que se debate el próximo martes, se realice mediante voto secreto y por papeletas.
La petición, que ha remitido el grupo socialista al presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, se remite al reglamento del Congreso para solicitar la votación secreta por papeletas de su proposición no de ley, según lo dispuesto en los artículos 85.1 y 87.1.2º de dicho reglamento. En concreto, el artículo 85.1 establece que la votación secreta podrá ser solicitada por dos grupos parlamentarios o una quinta parte de los diputados, siempre que no se trate de un procedimiento legislativo.
Con esta fórmula pretenden forzar que los diputados del PP sean libres para manifestar su apoyo o rechazo a la reforma de Gallardón. La disparidad ante el proyecto que pretende que el aborto deje de ser un derecho es patente en el seno del PP: varios dirigentes se han opuesto a la reforma. La vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, que ya se absutvo en una votación que pedía la paralización de la reforma, ha secundado que el voto sea secreto.
El pasado martes, la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, ya avanzó que su grupo pediría el voto secreto permitido para las proposiciones no de ley a fin de que los diputados del PP que han manifestado su disconformidad con la reforma de la ley puedan expresarse "en libertad".