Diez minutos después de que hubiera concluido la conferencia de prensa del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de La Moncloa, para hacer el balance político del año, hizo lo mismo el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la sede socialista de Ferraz, con un discurso no sólo muy distinto, sino muy beligerante con la labor del Ejecutivo durante 2013.
Pero, más allá de la crítica política, Rubalcaba se esforzó en su intervención en avanzar que se aproxima ya un nuevo escenario político, a dos años vista, y que todo puede ser reversible y de otra manera: "La pesadilla acaba, quedan dos año, pero acaba", afirmó.
Y es que el líder del PSOE, como si ya se viera liderando una gran coalición de toda la oposición tras el 2015, se comprometió a que si, eso ocurre, "lo que ha hecho contra todos este Gobierno, todos lo derogaremos en la próxima legislatura", apuntó.
Para el dirigente del PSOE el escenario es más que lógico y, sin precisar más, se limitó a apuntar que "es evidente" que el Partido Popular no va a tener mayoría absoluta en las próximas elecciones generales, por lo que indicó que esa mayoría absoluta estará en el resto de grupos políticos de la Cámara Baja.
En este sentido, recordó los pactos ya alcanzados entre todos los partidos de la oposición para la derogarción de la denominada "ley Wert" o para incrementar significamente la inversión en I+D+i. Además, apuntó que podrían darse más acuerdos en esta línea.
Rubalcaba también siguió abanderando la ofensiva de su partido contra la reforma de la ley del aborto. Indicó que dicha ley no es equilibrada, como la calificó Mariano Rajoy, y también respondió a la frase del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, de que es una ley progresista. "Se lo tiene que hacer mirar Gallardón. Porque a mí me avergüenza que vayamos a tener una ley en España que aplaude el señor Le Pen", afirmó.
Luego, en un tono inusualmente duro para el líder socialista, Rubalcaba se esforzó en desmontar el escenario que dibujó Mariano Rajoy de que estamos saliendo de la crisis económica. Dijo que es "un insulto" decirle esto a los estudiantes que se han quedado sin becas, a los pensionistas, a los enfermos crónicos o a los desempleados.
Tirando de datos y de números, el líder de la oposición explicó que el balance del Gobierno del PP en estos dos años es que hay más desempleo, más deuda, más impuestos, más desigualdades y menos derechos.
Y añadió que las tres crisis -la económica/social, la política y la territorial- se han ido agravando aún más en este ultimo año en todos los factores. Así, no olvidó mencionar el "caso Bárcenas", recordó que Rajoy no dijo la verdad en el Parlamento, puso de manifiesto la contabilidad "b" del PP y denunció lo que significaba el registro de la sede del partido del Gobierno durante 14 horas.
Sobre este aspecto, el PSOE dijo que seguirá combatiendo con todas sus fuerzas esta corrupción y tratará de evitar la estrategia del Ejecutivo de "normalizar el "caso Bárcenas" para que los ciudadanos lo vaya digiriendo".
A nivel interno y de la acción de su partido, hizo un balance muy superficial. Dijo que al PSOE le había salido bien la Conferencia Política, que había hecho una oposición útil y que profundizará en esta línea en 2014. Indicó que aún no ha empezado a negociar el calendario de las Primarias que se debe aprobar en el Comité Federal del 18 de enero, y que tampoco estaban aún hablando de la candidatura a las elecciones europeas.
Eso sí, al ser preguntado, si 2013 fue el año de las ideas, el próximo iba a ser el de las personas, se limitó a contestar: "En el PSOE aún queda mucho por hacer. La Conferencia Política es sólo el principio de un proyecto".
