La Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de Andalucía ha puesto los recursos de la comunidad autónoma a disposición de la refugiada siria que permanece bloqueada en Melilla y sin poder ser trasladada a la península para ser tratada de las graves quemaduras que padece hasta que se resuelva su petición de asilo y la de su familia, que han sido admitidas a trámites. La Junta de Andalucía ha puesto en conocimiento de la Delegación del Gobierno su disposición a articular mecanismos para que la mujer y su familia puedan ser trasladado al hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense, que cuenta con una de las mejores unidades de quemados del país.
La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, la aludido a "razones humanitarias" para que esta mujer sea atendida, en el que en su opinión, "es el mejor centro con unidades de quedamos que hay en el país", por lo que ha confirmado que la Junta de Andalucía ya está haciendo las gestiones para que sea posible.
Este anuncio coincide también con el pronunciamiento de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, tras conocer la situación de la mujer, que presenta quemaduras en un 90% de su cuerpo después de haber sobrevivido a una explosión hace un año y haber sido sometida a numerosas operaciones. En concreto, Soledad Becerril ha remitido un escrito a la Secretaría General de Inmigración y Emigración para que, en coordinación con la Dirección General de la Policía, traslade "de manera inmediata a la península" a los 13 miembros de una familia siria, entre los que hay otros heridos, según ha informado la agencia Europa Press. La Defensora del Pueblo se remite al programa de acogida humanitaria coordinado conjuntamente por la Dirección General de Migraciones y la Dirección General de la Policía, "a fin de que las personas que padecen lesiones puedan recibir la atención médica especializada urgente que precisan".
Recogen así el testigo de las quejas presentadas por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que el pasado mes de octubre tuvo conocimiento de que los 13 miembros de una familia nacional de Siria había llegado a Melilla huyendo del conflicto y después de que una bomba hiciera explosión en su casa.