El presidente del Congreso, Jesús Posada, considera que la Constitución de 1978, "lejos de encontrarse agotada, encierra todavía muchas posibilidades de desarrollo", pero en todo caso no se opone a reformarla, como reclaman PP, Izquierda Plural o UPyD, siempre que se cumplan una serie de condiciones: diálogo previo, objetivos claros, pruebas de que los cambios van a ser eficaces y un gran consenso.
En su discurso en la recepción oficial del 35 aniversario de la Carta Magna, Posada ha querido dejar claro que la Constitución no está agotada y que "encierra todavía muchas posibilidades de desarrollo".
Ha citado incluso algunos ámbitos en los que hay margen de desarrollo: "la transparencia y la lucha contra la corrupción, la democracia interna de los partidos políticos, la igualdad de oportunidades y los derechos sociales, la protección de la familia, el impulso de la participación ciudadana o la solidaridad interterritorial, entre otros".
No obstante, ni cierra la puerta a que se opte por reformar la Constitución, pero si se hace "desde el diálogo, y contando, siempre, al final, con un respaldo si no el mismo muy semejante, al consenso que acompañó la aprobación de la Constitución".
"Cualquier intento de reforma, precisa una ardua labor pedagógica, que transmita, con claridad, los objetivos que persigue, y demuestre que éstos son eficaces para dar solución al problema por el que se plantea la reforma. Exige que se acredite y se justifique su oportunidad. Que se estudien y analicen sus consecuencias. Tiene además que convencer y concitar un consenso similar al de 1978", ha remarcado.