Aramis Manukyan -Alik, como le conocían sus más allegados- murió la madrugada del martes en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona, donde llevaba 12 días recluido a la espera de ser expulsado a su país de origen, Armenia. El Cuerpo de Policía Nacional, que gestiona el centro, informó al día siguiente que Manukyan se había ahorcado con los cordones de sus zapatos en su celda, en la que se encontraba sin compañía, y a la que habría entrado con aparente normalidad. Pero ahora algunos testigos -internos con los que ha contactado la plataforma Tanquem els CIE (cerremos los CIE)- aseguran que esta persona había tenido un enfrentamiento previo con la policía, que había sido golpeado por los agentes, y que como consecuencia le llevaron a una celda de aislamiento, donde estuvo gritando y gimiendo durante horas.
Ante esta situación, una treintena de internos ha iniciado una huelga de hambre en señal de protesta, según han informado a Tanquem els CIE. Desde el colectivo no entienden cómo es posible que algunos internos oyeran los gritos continuados de Manukyan y la policía no -en la versión oficial de los hechos no se mencionan. Teniendo en cuenta que los testigos con los que han contactado estaban en la galería del primer piso, mientras que este ciudadano armenio se encontraba recluido en aislamiento en la planta baja del centro.
Con todo, la plataforma ha decidido poner en conocimiento de los hechos al juez que investiga el caso, así como el juzgado de instrucción número 30, encargado del control en los CIE. Además, piden que se paralice la expulsión de personas que puedan tener información relevante sobre el caso, y anuncian una protesta frente a la sede de la Policía Nacional el próximo lunes por la tarde. Por su parte, el Síndic de Greuges (defensor del pueblo) ya anunció el martes que abría una investigación de los hechos, lo mismo que comunicó también la propia Policía Nacional.
Quienes también se han movilizado a raíz de la muerte de Manukyan han sido los integrantes de diversas entidades armenias en Cataluña, que han trabajado para recabar información sobre la situación personal de su compatriota. Incluso algunos de ellos se acercaron ayer a las puertas del CIE, pero no obtuvieron más información que la que ya había transmitido hasta entonces el Cuerpo de Policía Nacional.
Manukyan, según fuentes oficiales, tenía antecedentes por delitos de robo con violencia y tenencia de armas, y había conmutado su pena de menos de seis años de prisión por la expulsión a su país. También según fuentes policiales era una persona "conflictiva" que a menudo se peleaba con los internos, incluso con compañeros armenios. Este hecho que ha sido negado por los testigos con los que han contactado Tanquem els CIE.
