"¿Puedes hacerme el favor de bajarlo? Te devolveré el favor cuando pueda. Solo tienes que pedírmelo". La investigación desarrollada por la Comisión Europea sobre los tejemanejes de ocho de los principales bancos del continente para manipular los índices de préstamo interbancario (euríbor y líbor) ha contado con un elemento esclarecedor: los mensajes que se intercambiaban empleados de las entidades y en las que, de una manera explícita, se pedían subir o bajar los indicadores en función de sus propios intereses.
Los mensajes de 'chat', que hoy publica El País, muestran cómo operadores de los ocho bancos investigados (dos de los cuales aceptaron su culpabilidad durante las pesquisas y fueron ya sancionados) se cruzaban las peticiones y lo exponían de una forma clara y explícita: "Gracias, si necesitas tipos altos o bajos, no lo dudes... En general, se lo pido a cuatro o cinco bancos". El objetivo, ganar dinero: "Tengo un billón y medio en 'fixings' nominales a seis meses la semana que viene. 75 millones de yenes por punto", señala un trabajador; "Guau, entonces vale", le responde su interlocutor.
Bruselas comunicó ayer una sanción récord de 1.710 millones de euros a las seis entidades que no pactaron con la Comisión. A esta cantidad habría que sumar los 1.517 millones de las dos firmas que pactaron previamente.
Sin embargo, la multa no resulta tan ejemplar como podría pensarse. El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, no mencionó que se vayan a implantar medidas que sirvan para atajar estas prácticas, ni especificó en qué sentido se ha cometido la manipulacion ni en qué fechas se produjo.