Sólo tres semanas después de la Conferencia Política, donde se produjo un gran debate interno para concretar hasta dónde debía llegar el PSOE en su apuesta por un Estado aconfesional -y que ganó el sector más laico, pese a la oposición de Ramón Jáuregui-, la Ejecutiva Federal decidió este lunes levantar la bandera de la laicidad para garantizar, ahora sí, que los socialistas ya están maduros para dar este paso con todas sus consecuencias después de tantos incumplimientos.
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, explicó que la primera iniciativa del PSOE será presentar una Proposición de Ley en el Congreso con tres puntos muy concretos: denunciar los acuerdos preconstitucionales con la Santa Sede, instar a la elaboración de una ley orgánica sobre Libertad Religiosa y de Conciencia y, por último, crear un protocolo civil para todos los actos institucionales solemnes, incluidos los funerales de Estado.
La número dos del PSOE cree que ha llegado el momento de afrontar con valentía estos tres temas, "porque estamos en una sociedad más secular, más laica y mucho más plural, ya que hay mucha más gente que profesa otras religiones, además de la católica, y hay que dar un trato igual a todas", afirmó.
Pero, lógicamente, la dirigente socialista se vio obligada a contestar por qué ahora y, sobre todo, por qué el PSOE no lo hizo cuando estuvo en el Gobierno. Más de 20 años en toda la etapa democrática, como les gusta recordar.
Valenciano, refiriéndose a la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero y precisando que ella no estaba en el Gobierno, explicó que el contexto hizo que el Ejecutivo no se atreviera a dar el paso. Recordó que había un gran enfrentamiento con la Iglesia por la Ley de Matrimonios Homosexuales y la Ley del Aborto, dando a entender que el Gobierno socialista no se atrevió a abrir otro frente, como era la ley de Libertad Religiosa, cuyo anteproyecto estaba prácticamente ultimado.
Sin embargo, la vicesecretaria general del PSOE se esforzó en asegurar que ahora la apuesta es de verdad. Aseguró que la Proposición de Ley está abierta a todos los grupos parlamentarios de la Cámara Baja para buscar los mayores apoyos posibles y, además, abierta a modificaciones. Y añadió que si la mayoría absoluta del Partido Popular la tumba en el Congreso -como es más que seguro- los socialistas incorporarán dicha proposición a su programa electoral de las próximas elecciones generales con el compromiso de llevarla a la práctica si gobiernan.
El PSOE, además, parece que ya huele elecciones y se afana por recuperar a ciudadanos que le llevan dando la espalda desde 2011. Por ello, también quiere levantar otra bandera: la de una ofensiva total contra la Ley de Seguridad Ciudadana. Con este motivo, el 11 de enero -lo que ha hecho retrasar el Comité Federal del PSOE sobre las primarias al 18- se creará en Ferraz el Consejo de Libertades Públicas. Pretende ser una plataforma con colectivos sociales que lidere una oposición al proyecto que prepara el Ministerio del Interior.
El PSOE quiere hacer algo similar al movimiento ciudadano que se opuso a la guerra de Irak en el 2003. Pero los socialistas no se mojan demasiado. Al ser preguntada Elena Valenciano sobre si convocarán una manifestación de protesta contra dicha ley, se quedó a medias: "No descartamos convocar a la ciudadanía", dijo, para añadir que aún no está decidido.