El PSOE se ha conjurado contra el uso de cuchillas como método para contener la inmigración procedente de Africa. El principal partido de la oposición propone en el Congreso el uso de medios alternativos para el control de la inmigración ilegal. Entre las propuestas planteadas por los de Rubalcaba está el uso de "aviones no tripulados" y una batería de sugerencias de mejora tecnológica pensadas para las fronteras de Ceuta y Melilla.
Los socialistas plantean avances hacia la “frontera inteligente”, que consiste en “mejorar la inteligencia y aumentar la tecnología de control de la frontera mediante el uso, entre otros, de aviones no tripulados”.La posibilidad del uso de esta teconología ya se había estudiado dentro del sistema de protección Eurosur de la UE y se encuentra a día de hoy en debate antes de su puesta en funcionamiento.
La iniciativa socialista tiene como primer punto la solicitud de la retirada de cuchillas en la valla "a fin de evitar mutilaciones o lesiones graves a las personas". Otro de los puntos importantes en la propuesta socialista hace referencia a la redacción de un protocolo de actuación para que los agentes a cargo de l control de la valla sepan qué hacer ante la localización de inmigrantes ilegales. De este modo exigen que el ministerio de Interior dicte "una instrucción sobre los procedimientos y actuaciones que deben seguir los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en caso de detención de inmigrantes en situación irregular".
La solicitud del PSOE se ha registrado este jueves en el Congreso y su debate en pleno habrá de retrasarse como pronto hasta el próximo mes febrero, tras la vuelta de vacaciones parlamentarias. El debate se produce tras la polémica generada por el uso de concertinas en la valla y las polémicas declaraciones del ministro de Interior señalando que este tipo de material tan solop rovoca heridas "superficiales".
El Gobierno es consciente de que el uso de cuchillas tiene un claro rechazo social y ha moderado su discurso afirmando que estudiarán cualquier alternativa. Los socialistas, conscientes de esta circunstancia, quieren obligar al ejecutivo a retratarse en medio del debate parlamentario de su propuesta. El propio Rajoy abrió esta semana la mano a la puesta en marcha de alternativas y justificó el uso de cuchillas en la existencia de mafias dedicadas al tráfico de personas.