El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó este domingo su más enérgico rechazo al acuerdo alcanzado por el Grupo 5+1 en sus negociaciones con Irán, que describió como "un error histórico".
"Lo que se acordado en Ginebra no es un acuerdo histórico sino un error histórico (...) Hoy el mundo se ha convertido en un lugar mucho más peligroso", dijo Netanyahu al comenzar la reunión semanal con su Consejo de Ministros.
En su habitual intervención pública, antes de los debates a puerta cerrada, consideró que los resultados del acuerdo significan que "el régimen más peligroso del mundo ha dado un paso significativo para conseguir el arma más peligrosa del mundo".
Israel no se ha visto sorprendido por el acuerdo alcanzado esta madrugada, pero sí defraudado por el que Irán no se vea obligado a desmantelar sus instalaciones para el enriquecimiento de uranio y a que pueda seguir manteniendo en su territorio el material enriquecido hasta el 5%.
Se trata de algunas de las condiciones que el Consejo de Seguridad de la ONU había impuesto a Teherán para acceder a levantarle las sanciones internacionales, pero que han quedado fuera del acuerdo alcanzado esta madrugada.
"Las potencias han aceptado el enriquecimiento de uranio (por Irán) desentendiéndose completamente de las resoluciones del Consejo de Seguridad que ellas mismas encabezan", se quejó en ese sentido el primer ministro israelí.
También advirtió que su gobierno no se verá "comprometido" por el documento.
"Israel tiene el derecho y la obligación de defenderse a si mismo de toda amenaza y quiero aclarar: No dejaremos que Irán desarrolle armas nucleares", concluyó el primer ministro israelí.
En los últimos años Irán ha amenazado en varias ocasiones con "borrar del mapa" al Estado judío.
El año pasado Israel parecía decidido a realizar una operación militar contra las instalaciones nucleares de Irán, que Washington frenó mediante una gran presión diplomática y revelando algunos detalles muy confidenciales de las limitaciones de su capacidad militar.
Desde entonces, el primer ministro israelí ha deambulado por las principales capitales europeas tratando de convencer a sus máximos dirigentes de que no acepten que Irán mantenga su capacidad de enriquecer uranio.