El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, se ha mostrado este lunes tajante sobre el futuro de Cataluña en la UE si se independiza de España: "La parte segregada no es miembro de la UE". En una conferencia en el Cidob (Centro Internacional de Documentación de Barcelona) sobre 'La apuesta por Europa', ha señalado su aprecio por Cataluña, y ha instado al Gobierno central y al catalán a tratar el futuro político "en una mesa cara a cara y con la cabeza fría".
El vicepresidente europeo ha admitido que ve "con muchísima preocupación" la situación creada alrededor del debate soberanista en Cataluña, en especial "después de leer las dos cartas" que se han intercambiado Mariano Rajoy y Artur Mas, sobre la posibilidad de una consulta sobre la independencia. A juicio del vicepresidente de la CE, el proceso independentista también despierta "preocupación" en instancias de la Unión Europea y ha pedido a los dos presidentes que busquen "vías para canalizar" la situación.
"En la UE se mira con preocupación (el proceso soberanista), quizás no tanta como la mía, porque no lo miran tan de cerca y no tienen el aprecio que tengo yo por el pueblo catalán, pero mis colegas me preguntan mucho y no precisamente con la sonrisa en la cara, sino con cara seria", ha apuntado.
El conseller de Economía y Conocimiento de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, que ha acudido como oyente al acto, ha declarado a la prensa que las declaraciones de Almunia son una "lectura jurídica" estricta, pero hay casos donde se está negociando, como el escocés, y no cree que acabe con Escocia fuera de la UE, lo que interpreta igual para Cataluña.
La CE corrobora las palabras de Almunia
La Comisión Europea ha reafirmado este lunes que Cataluña quedaría fuera de la Unión Europea si se independiza y se convertiría en un "país tercero", que tendría que pedir su ingreso si quiere formar parte del club comunitario. "Un Estado independiente se convertiría, por el hecho de su independencia, en un país tercero respecto a la Unión y desde el momento de la independencia no se aplicarían los Tratados en su territorio", ha explicado la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, tras las declaraciones de Almunia.
"Lo que nuestro vicepresidente Almunia ha dicho se ajusta perfectamente a nuestra línea, que es que si un territorio de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado porque se convierte en un nuevo territorio independiente, los Tratados ya no se le aplican", ha proseguido.
Si una Cataluña independiente desea ser miembro de la UE debería pedir su adhesión, cuya aprobación requiere el voto unánime de todos los Estados miembros. "Cualquier Estado europeo que respete los principios que se establecen en el artículo 2 del Tratado de la UE, puede pedir formar parte de nuestra Unión", ha indicado la portavoz, que ha agregado que estos son los principios del derecho comunitario y "no prejuzgan ninguna situación hipotética".
Manifiesto del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir
Las palabras de Almunia llegan horas antes de la pesentación del manifiesto del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, redactado por el expresidente del Parlament, Joan Rigol, por encargo de Mas. El texto defiende que los catalanes puedan decidir su futuro colectivo, y entre sus objetivos está el de ampliar la base social que integra el Pacto Nacional, una mesa formada ahora mismo por una cincuentena de entidades catalanas. El manifiesto aspira a ser el denominador común de todas las sensibilidades favorables al derecho a la autodeterminación.
La redacción del manifiesto se acordó en la primera reunión de la mesa, en la que también se decidió que el president enviaría una carta a Mariano Rajoy. La misiva obtuvo su respuesta este sábado por parte del presidente del Ejecutivo, que transmitió a Mas su voluntad de establecer un diálogo para dar respuesta al proceso soberanista catalán, aunque dio por descartada la concesión de una consulta por estar fuera del marco jurídico.
El Govern de la Generalitat, a su vez, declaró este domingo que el obstáculo para una consulta de autodeterminación no es el marco jurídico, sino la "voluntad política". Aun así, el Ejecutivo autonómico adelantó que estudiará la propuesta de negociación, pero sin que ello sirva para dilatar el avance hacia la consulta.