El curso parlamentario ha comenzado como acabó antes del verano. Con el PP instalado en el ‘no’ a todo y a todos. “Aquí hay una mayoría y una legitimidad para defender nuestras posiciones y votar en consecuencia”, aseguró el portavoz del PP, Alfonso Alonso, después de rechazar las propuestas de los grupos de la oposición. "No vamos a votar lo que los socialistas quieran" ni a aceptar "propuestas extragavantes que conducen a una posición estéril", abundó Alonso. El PSOE y la Izquierda Plural consideran que esta actitud “es una vergüenza”.
Aunque el presidente del Congreso, Jesús Posada, rectificó a última hora y aceptó que se debata en el pleno de la semana que viene la propuesta del PSOE para que el presidente del Gobierno comparezca en el Congreso si lo piden todos los grupos de la oposición, el PP aplicó su rodillo y se negó a aceptar que Rajoy pueda ser interpelado o se abra una comisión de investigación sobre la supuesta financiación ilegal del PP y el caso Bárcenas. Los populares también se han opuesto en la primera reunión que celebraba la Junta de Portavoces en el Congreso a la creación de una subcomisión sobre medidas de regeneración democrática, como ha pedido por carta Rubalcaba al portavoz popular, Alfonso Alonso.
El grupo mayoritario esgrime que ya se había fijado un calendario tras el debate del estado de la nación para que un grupo de trabajo –formado exclusivamente por representantes del PP y del Gobierno– elabore un informe que presentarán a los demás partidos para se sumen “sobre esa base al diálogo”.
“Me ha hecho mucha ilusión que Rubalcaba me escriba una carta”, dijo con sorna Alonso durante la rueda de prensa que ofreció en el Congreso al término de la reunión. El portavoz del PP manifestó que si ello significaba que los socialistas, después de haber roto relaciones con su grupo, “regresan al diálogo”, se alegraba mucho pero añadió que lo que no puede pretender el líder de la oposición es practicar “un diálogo a medias” y mucho menos “empezar de cero” en un asunto sobre el que ya había “un calendario cerrado”.
Alonso se refería a las medidas de regeneración democrática que se aprobaron en febrero durante el debate del estado de la nación y que fueron apoyadas por la mayoría de los grupos del Congreso. Soraya Sáenz de Santamaría presidió a mediados de marzo la reunión constitutiva del Grupo de Trabajo sobre Regeneración Democrática bajo la coordinación del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, y en el que está integrado el director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, así como representantes de los ministerios de la Presidencia, Justicia, Hacienda y Administraciones Públicas, e Interior. El grupo se reunirá este lunes en Moncloa para comenzar a elaborar un informe que incluirá la reformas de varias leyes. Una vez finalizado, el PP abrirá “el diálogo” con los demás partidos políticos para buscar el consenso. “Ese fue el compromiso del Gobierno”. “No se puede volver a partir de cero”.
El PP tampoco aceptó que se debata en el pleno la creación de una comisión de investigación sobre Bárcenas y la supuesta financiación ilegal de su partido, así como la posibilidad de que el presidente sea interpelado sobre este asunto la semana que viene. Al ser preguntado sobre las nuevas revelaciones en torno al extesorero y su despido, Alonso se limitó a decir que todo lo referente a este caso ya “ha sido explicado por responsables del partido".
El portavoz de la Izquierda Plural, José Luis Centella, había dicho momentos antes que "salvo que disuelva las Cámaras", el Gobierno tendrá que hablar sobre Bárcenas en sede parlamentaria porque su grupo continuará pidiendo explicaciones sobre este asunto.
