El 6 de agosto de 1945, Sadako Sasaki tenía dos años de edad. Esa mañana, a las 8:15, el Enola Gray lanzaba sobre Hiroshima la bomba atómica. Little Boy explotaría a tan sólo 1,5 kilómetros de la casa de Sadako, transformándose en una gran bola de fuego de más de 250 metros de diámetro, capaz de elevar la temperatura en más de un millón de grados y de acabar fulminantemente con la vida de unas 80.000 personas. La pequeña logró sobrevivir a ese escenario de horror que aceleraría el fin de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, nueve años después enfermó de leucemia como consecuencia de la radiación. Se cuenta que fue su mejor amiga, Chizuko Hamamoto, quien le recordó una antigua leyenda según la cual si lograba realizar mil grullas de papel los dioses le concederían un deseo. Sadako murió el 25 de octubre de 1955. Había hecho 644 grullas.
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