En el año 2000, concluidos los estertores de la burbuja puntocom, Ana Maiques puso en marcha junto con su marido, Giulio Ruffini, la empresa de investigación StarLab. Ella es economista y él físico-matemático. Tal vez por eso en StartLab la investigación no pierde de vista el desarrollo de productos y servicios comerciales. La compañía cubre dos áreas dispares, como son la neurociencia y el sector espacial, pero su trabajo ha logrado que la empresa sea rentable. Su modelo de negocio se basa en lo que sale de las investigaciones.
