El PSOE desaprueba la solución que el Consejo General del Poder Judicial ha dibujado para el juez Ruz. Los socialistas consideran que el Gobierno no puede aprobar medidas contra la corrupción mientras presiona al CGPJ para apartar al magistrado de las causas Gürtel y Bárcenas que tienen al Gobierno y al PP contra las cuerdas. Los socialistas no se creen la tesis del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, que insiste en que Ruz podrá seguir con sus casos si lo pide. En opinión de un alto dirigente socialista, "con su decisión, el Consejo va a dejar a Ruz en precario".
Mientras tanto, los vocales socialistas en la permanente (Alvaro Cuesta y Mar Cabrejas) reflexionan sobre qué postura adoptar en la reunión prevista para el martes. Si con su voto apoyan la "solución Lesmes", se enfrentarán a la dirección del partido y al resto de vocales progresistas que no se fían y han pedido que el asunto sea abordado en el plenario del CGPJ.
En conversación con eldiario.es, Cuesta y Cabrejas evitan secundar la postura del resto de vocales progresistas, que opinan que la sustitución de un juez de tanta relevancia como Ruz debe ser adoptada por el máximo órgano de gobierno de los jueces.
En la dirección del PSOE se ha instalado la convicción de que como "juez de apoyo" Ruz no tendrá libertad suficiente para dictar autos como el que en su día forzó el cese de la ministra de Sanidad, Ana Mato.
La caída de Mato ha dificultado a Lesmes cumplir sus compromisos con el Gobierno para sacar a Ruz de la Audiencia Nacional y apartarlo de los casos más difíciles para Rajoy. La solución intermedia tiene partidarios y detractores pero en el ala progresista del Consejo nadie se fía de las intenciones sobre Ruz.
Frente a las tesis oficiales del CGPJ, su presidente, Carlos Lesmes, afirma que no está en la mano de Ruz acabar con la instrucción de Gürtel y Bárcenas, aunque solicite permiso para continuar como juez de apoyo. Así lo señala en una entrevista que eldiario.es publicará este domingo.
El sentido del voto de los vocales socialistas en la permanente es, a día de hoy, una incógnita. Cabreras y Cuesta se debaten entre hacer oídos sordos a sus compañeros del lado progresista o romper la baraja y presionar para que la plaza de Ruz no salga a concurso y se le permita renovar hasta junio como estaba previsto.
La gran duda sobre la "solución Lesmes" es si a Ruz se le va a permitir o no acabar la instrucción de los casos Gürtel y Bárcenas sin presiones jerárquicas ni de calendario.
