Para la generación actual de jóvenes españoles, comprar una casa es una actividad utópica, inexistente, sólo al acceso de los más ricos o que disfrutan de un trabajo bien pagado. Para que una hipoteca no suponga un endeudamiento inaceptable para el hogar (alrededor del 30% del salario según recomendaciones de la UE), los jóvenes deberían ver incrementado su sueldo una media del 80% de lo que cobran actualmente, según los datos de los últimos tres años presentados hoy por el Consejo de la Juventud. Es decir, deberían pasar de los 13.659 euros netos anuales actuales a más de 24.000 para soportar 500 euros de hipoteca o alquiler.
La principal consecuencia del aumento del paro juvenil (56,1%, según la EPA) junto con el elevado coste de alquileres e hipotecas en España refleja que la emancipación se ha estancado. “Antes de 2008 se incrementaban estos valores, pero desde la crisis, los hogares jóvenes se han reducido cada año”, analiza el sociólogo Joffre López, autor del estudio. Respecto a 2012 ha descendido la población emancipada un 7,42% entre los jóvenes de 30 y 34 años. De los 10,4 millones de jóvenes de entre 16 y 34 años que viven en España, sólo 4,1%. Eso sí, hay que diferenciar entre los menores de 30, donde casi nadie vive hoy por su cuenta (22,1%) y los jóvenes mayores de 30 (72,9%).
Vivir de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos. Una exageración que lleva camino de convertirse en realidad si los datos se estabilizan en una generación entera. La crisis ha provocado un terremoto en las economías familiares de manera que es una excepción que un joven menor de 30 años obtenga la independencia económica de su familiar. Sólo existen 1,5 millones de jóvenes en esta situación, respecto a una población de 16 a 29 años de 6,9 que por cuestiones demográficas se ha reducido en el último año un 5,20%.
40.000 titulados fuera de España en 2013
La capacidad adquisitiva de los jóvenes asalariados roza el ahogamiento y según las estadísticas analizadas en el informe, sólo hay 197.000 hogares jóvenes unipersonales, un 12,7% menos que hace un año (se considera un hogar joven cuando la persona de referencia tiene entre 16 y 34 años). Es lógico que existan pocos jóvenes que vivan solos en su propia casa, pero los hogares jóvenes también descienden casi un 8% respecto a 2012. “Es una pena que no podamos comprobar cuántos de estos jóvenes están volviendo a casa de sus padres pero se intuye que existe este fenómeno”, explica López. Y un dato más que refleja la asfixia juvenil: “En lo que va de año han emigrado 40.000 titulados”, revela la responsable de la comisión socioeconómica del Consejo, Sheyla Suárez.
Los proyectos residenciales juveniles por comunidades autónomas son más frágiles en Canarias y Galicia donde más del 35% de los jóvenes entre 30 y 35 años viven con sus padres. Por el contrario Madrid, Catalunya, Navarra, Balears, País Valenciano y Aragón son los que más jóvenes emancipados tienen. Cruzando datos de salarios de los jóvenes de entre 30 y 35 años con los datos autonómicos del precio de la vivienda, sólo sería posible alquilar una casa en Estremadura y Castilla La Mancha.
Los Ni-Ni son un 4%
La crisis ha deteriorado desde 2008 la tasa de emancipación al mismo ritmo que han empeorado las condiciones laborales de los jóvenes. De una tasa de empleo en 2008 del 56,1% se ha bajado al 33,1%. La falta de empleo ha devuelto a un porcentaje de jóvenes a las aulas. De hecho, un 84% de los jóvenes inactivos de entre 16 y 29 años dice estar estudiando.
El 10% de inactivos se dedica a “tareas domésticas”, de las cuales el 75,8% son mujeres. Es decir, el enésimo desmentido del tópico que atribuye a los menores de 30 años una vaguería infinita porque ni estudian ni trabajan. “Los ninis son un 4% porque ya son mayoría los jóvenes que quieren trabajar y no pueden”, concluye el sociólogo.