“Algún día le contará a sus nietos esta maravillosa aventura”. Así resumía un reportaje veraniego del diario As en 1974 las peripecias de Manuel Cuenca, un joven futbolista de 24 años que para entonces había jugado en la selección de Filipinas y en un equipo de Hong Kong. El periodista ya estaba asombrado con su vida como jugador de una selección de exhibición del país asiático. Pero al pasaporte de Manuel Cuenca le faltaban unos cuantos sellos. Faltaban sus años estelares en el Seiko y sus temporadas en la Major League Soccer de EEUU donde se enfrentó a Beckenbauer, Cruyff o George Best antes de retirarse con 33 años en los St. Louis Steamers de Missouri.
↧