La firma de Carolina Bescansa es una de las tres que acompañaron el nacimiento de Podemos el día que quedó registrado como partido en el Ministerio de Interior. Profesora de Políticas, comparte el mismo grupo de alumnos al que Pablo Iglesias imparte clases en la Universidad Complutense. Ha estado en la creación del partido revelación en las europeas desde sus inicios y, durante la campaña electoral, se encargó de cuidar la retaguardia de la formación desde Madrid, mientras sus compañeros Iglesias y Juan Carlos Monedero recorrían España para buscar un voto que encontraron por encima de todas las expectativas.
Junto a Iglesias y Monedero, fundó una formación que inicia ahora el proceso para construir su estructura en una asamblea ciudadana que han convocado para otoño no sin cierta polémica. Algunos miembros de Podemos han interpretado que el equipo propuesto para organizar esa asamblea es, de facto, la dirección provisional del partido. Bescansa zanja la cuestión con rotundidad: "Es difícil decir que Podemos lo dirija alguien".
Ha habido cierta polémica sobre el proceso para convocar la asamblea en la que Podemos se va a construir como partido.
Tenemos por delante una enorme cantidad de trabajo relacionado con la organización de la asamblea. Creímos que era fundamental poner en marcha un equipo plural en términos técnicos y capaz para llevar a cabo esa iniciativa y también entendimos que podía haber más gente en Podemos que tuviese la capacidad de presentar un equipo. La mejor forma de decidir qué equipo se iba a encargar de eso era organizar un proceso electoral en el que donde todos los miembros de Podemos tuviesen la capacidad de proponer equipos.
Ha habido polémica, incluso entre miembros de Podemos. ¿Por qué motivo?
Creo que hay dos motivos que han generado la polémica. El primero es un malentendido. Ha habido gente que ha entendido que, como había un proceso electoral, de lo que se trataba era de elegir un órgano de representación y eso no es así. En absoluto. Lo que se va a elegir es un equipo técnico que se va encargar de organizar la asamblea ciudadana en otoño con competencias técnicas.
¿Lo que se va a elegir es algo parecido a una gestora?
No se trata de elegir una gestora. Lo que se va a elegir es un equipo técnico encargado de organizar una asamblea ciudadana. Eso es todo. Una gestora responde a una situación transitoria en donde se toman decisiones políticas y no estamos en absoluto en ese escenario. Estamos en el escenario en el que lo que necesitamos es organizar un gran evento y necesitamos el equipo necesario para organizar un gran evento.
¿Qué no se ha entendido bien?
A mi juicio hay dos cuestiones diferentes. Primero la magnificación en los medios que ha adquirido la polémica. Algunos, que ni siquiera se hicieron eco de la rueda de prensa en la que se anunció que se creaba este equipo y este proceso electoral, llevan ahora a sus portadas la noticia de que ha habido discusiones y debates dentro de Podemos sobre cómo poner en práctica eso. Eso nos sorprende.
Juan Carlos Monedero habló del riesgo de que alguien esté preparando un “golpe de estado" en Podemos. ¿A qué se refería?
Tomada la frase de manera aislada, suena muy grandilocuente. Lo que Monedero estaba intentando decir era que si adoptamos las viejas formas de la política corremos el riesgo de convertirnos en aquello que queremos evitar. Se estaba refiriendo a la necesidad de que todo el mundo participe en todas las asambleas, que no existan delegados, que no existan representantes, ni grupos de representantes. Se estaba refiriendo a la necesidad de que todos los debates sean abiertos.
A día de hoy, ¿quién dirige Podemos?
Esa es una buena pregunta porque es difícil decir que Podemos lo dirige alguien. Yo creo que de aquí al otoño estamos asistiendo al proceso de creación de círculos. Es difícil decir que eso lo dirige alguien. La gente se está empoderando y está empezando a trabajar sobre el territorio con sus criterios y respetando algunos principios básicos de Podemos: democracia interna, debate abierto y reuniones donde todo miembro tiene derecho a asistir, a presenciar y a opinar.
¿Y si no hay dirección, al 1,2 millones de votantes que les han apoyado en la elecciones europeas quién les acompaña, quién les habla?
Les hablan los propios círculos, les hablan los propios eurodiputados y toda la gente que se está organizando y les habla también el grupo promotor que hemos impulsado esta iniciativa. Yo creo que hay muchos niveles de interlocución en Podemos y la gente está participando masivamente en ese proceso. De hecho es probable que dentro de un mes Podemos haya duplicado su tamaño.
¿Cuáles son los riesgos de Podemos a partir de ahora?
Los riesgos, desde el punto de vista interno, tienen que ver con las viejas y las nuevas formas de la política. Tenemos que ser capaces de convertir Podemos en una organización capaz de hacer frente a la transformación real de la sociedad sin renunciar a la democracia interna ni a la capacidad de que todo el mundo pueda participar en el proceso. Es muy importante reforzar dentro de la organización todo lo que nos ponga en el camino de la democracia: participación directa y limitación al máximo de la representación y capacidad de revocación de todos los cargos.
Externamente, lo más urgente ahora es conseguir transformar en instrumento político lo que es una mayoría social que ya existe y resistir a todas las campañas de desprestigio que nos están lanzando.
¿Habrá que esperar también hasta otoño para que empiecen a hablar con otras fuerzas sobre la confluencia?
No se habla en vacío. Se habla siempre sobre contenidos. La gente de Podemos lleva hablando con otras fuerzas mucho tiempo, porque todas las personas que están contra la política de recortes, de la pérdida de soberanía y de la usurpación de nuestra capacidad para decidir sobre nuestro modelo económico y político... toda esa gente lleva entendiéndose en las calles mucho tiempo.
No creo que haga falta utilizar el formato de interlocución fuerza política con fuerza política para empezar a hablar. Yo creo que en la sociedad las personas llevamos hablando mucho tiempo y poniéndonos de acuerdo sobre muchas cosas.
Explíqueme mejor eso de que no hay que utilizar el formato de diálogo entre fuerzas políticas.
Eso forma parte de la vieja política. Hablemos sobre temas concretos. Hagamos que decida la gente y en función de eso, creemos alianzas.
Pongámonos en el supuesto de que Podemos e Izquierda Unida se sientan para configurar una lista conjunta a las elecciones generales. ¿Eso formaría parte de la vieja política?
¿Si se sientan dos cúpulas de dos partidos en un despacho y confeccionan una lista? Sin duda alguna, no nos verán hacer eso.
¿Y podría llegarse al mismo resultado con nuevas maneras?
Yo no lo creo. A lo mejor es posible pero yo no lo creo.
En eldiario.es acabamos de publicar una encuesta que les sitúa como tercera fuerza en el Congreso por encima de IU. ¿Cómo analizan esa encuesta?
Siempre es difícil valorar encuestas. En todo caso, lo que corresponde es hacer un llamamiento a la prudencia y a la participación ciudadana.
Uno tiene la impresión de que Pablo Iglesias va a ser candidato a la presidencia del Gobierno. Incluso él mismo ha manifestado su disposición a encabezar esa lista. ¿Es esa la hoja de ruta de Podemos?
No quiero estropearte el titular. La ruta más lógica en Podemos no es esa. La ruta más lógica es que cuando llegue el momento hagamos una convocatoria para que quien quiera ser candidato se presente y si Pablo quiere se presente y todo el mundo pueda elegir.