La Audiencia Nacional quiere entre rejas al banquero suizo Marc Pérez. El juez Fernando Andreu dictó el 17 de febrero un auto de prisión contra él por los indicios que tiene de su pertenencia a una organización internacional de blanqueo de capitales descubierta durante la 'operación Emperador', informaron a eldiario.es fuentes jurídicas. Según la Policía y la Fiscalía Anticorrupción, Pérez se servía de su puesto ejecutivo en el HSBC para facilitar transacciones bancarias que permitían hacer perder el rastro de la procedencia ilícita del dinero.
La ‘operación Emperador’ supuso, en octubre de 2012, el mayor golpe a una red de defraudación a la Hacienda española. El grupo, presuntamente liderado por el chino Gao Ping, comercializaba casi el 90% de los productos que sus compatriotas venden en los aproximadamente 18.000 bazares que hay repartidos por España. Pero a Gao Ping y el resto de miembros de la red no les gustaba pagar impuestos. Ni lo hacían al introducir los productos, ni declaraban el dinero que obtenían por ellos. El perjuicio a las arcas públicas era de entre 200 y 300 millones de euros anuales.
Tirando del hilo, los investigadores llegaron hasta una organización que tenía entre sus clientes a Gao Ping. Liderada por Malka Maman Levy, alias ‘La Reina’ o ‘La Sobrina’, este grupo posibilitaba una relación simbiótica entre los ricos españoles y los chinos, sin necesidad de que unos supieran de otros y al revés.
Los primeros tenían cuentas en Suiza con dinero que no querían declarar. Los segundos, dinero en efectivo para blanquear. Con la intermediación adecuada, los españoles recibían dinero en efectivo y a cambio movían sumas a China u otros paraísos fiscales a cambio de una comisión. Este sistema, denominado de compensación, era tan solo uno de los cinco métodos que la red de Gao Ping utilizaba para blanquear sus beneficios.
Maman Levy era, a su vez, una suerte de franquicia de la organización creada y liderada por el ciudadano belga Francois Leiser. Ya anciano, Leiser lleva décadas posibilitando que empresarios, aristócratas o profesionales liberales de todo el mundo puedan evitar contribuir al gasto público de sus países, a cambio de una comisión que oscila entre el 2 y el 3% de la cantidad blanqueada. Y en este diseño de la red, según la Policía española, resultaba clave Marc Pérez, “hombre de confianza” de Leiser y “brazo ejecutor y verdadero ingeniero financiero” de la trama de blanqueo.
A través de su puesto en el HSBC, Marc Pérez hacía posible los pagos y cobros “transfronterizos”, según recoge un informe de la Unidad de Delincuencia y contra el Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía.
Blanqueo para la clase alta
Decenas de españoles con cuentas en paraísos fiscales blanquearon dinero para la red de Gao Ping a través de esta trama. Por la Audiencia Nacional han desfilado empresarios de distintos sectores y hasta tres primas del rey Juan Carlos. Son los denominados por los investigadores como “receptores”, frente a los chinos, que recibían el apelativo de “donantes”. Los pinchazos telefónicos y seguimientos pusieron de manifiesto cómo destacados miembros de la clase alta recibían de manos de Maman Levy o sus lugartenientes bolsas repletas de billetes.
Los agentes saben que Pérez no está en España. El auto de prisión dictado por Andreu es el primer paso para la solicitud de extradición a Suiza, una decisión que se antoja casi imposible de adoptar, debido al blindaje que las autoridades helvéticas realizan sobre los empleados de su sistema bancario. De hecho, Suiza ya se negó a tomar medidas contra Leiser, Pérez y Francois Frederic Mentha –este último empleado del Lombard Odier que participó en movimientos de fondos de Luis Bárcenas-, cuando así se lo solicitó el juez Andreu y la Fiscalía Anticorrupción. El fiscal suizo Jean Bernard Schmid se limitó a interrogar a los tres en calidad de testigos. Contra Leiser ya pesa una petición de extradición que Suiza se niega a tramitar.
En cualquier caso, uno de los responsables de la investigación en España se muestra satisfecho con el auto de prisión. “Vamos acotando el espacio alrededor de ellos”, dice respecto de los presuntos miembros de la trama de blanqueo internacional. Cuando Suiza responda sobre la localización de Marc Pérez, la Audiencia Nacional cursará una solicitud de extradición y la correspondiente orden de detención y entrega a efectos de la entrega que cursará Interpol. Pérez se arriesgará a ser detenido y entregado a España en cuanto ponga un pie fuera de Suiza.
Cambio de juez
La orden de extradición deberá ir firmada por el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, quien se hizo cargo el pasado abril del ‘caso Emperador’. Su primer instructor, Fernando Andreu, abandonó el caso el mes pasado al encontrarse indicios de corrupción contra un comisario de la Policía con el que mantiene una relación de amistad. Un mes y medio antes de abstenerse, dictó el auto de prisión contra Pérez, al considerar que existen indicios suficientes como para que aguarde en prisión la celebración del juicio.
Marc Pérez ya no es ejecutivo del HSBC. Es lo único que ha trascendido desde que se supiera de su implicación en la ‘operación Emperador’. El banco no facilita ninguna información sobre él y, como hacen todas las entidades en el país transalpino, ha borrado cualquier rastro del su ejecutivo de la Red. Solo las informaciones de medios españoles aluden a la figura del presunto cerebro financiero de la trama internacional de blanqueo.