El rey y el príncipe de Asturias han comparecido el martes juntos ante las cámaras, por primera vez desde el anuncio de abdicación, en una ceremonia militar celebrada en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, a la que han asistido los jefes de Estado Mayor de Tierra y del Aire.
Vestidos con uniforme de capitán general y de teniente coronel del Ejército de Tierra, respectivamente, Juan Carlos y Felipe han llegado a la Lonja del monasterio, entre la expectación de gran número de vecinos y turistas y algunas voces de "Viva el rey", para asistir a los actos militares previos a la reunión del capítulo de la Orden de San Hermenegildo convocada con ocasión de su segundo bicentenario.
El oficio religioso y la reunión del consejo de la Orden de San Hermenegildo han sido este año más breves que en otras ocasiones debido a que "los actos del rey son más cortos", según una de las personas encargadas del protocolo del acto, informa Irene Castro.
A las puertas del monasterio de El Escorial, han colocado una rampa para evitar que el rey tuviera que subir el único escalón de la tribuna. El príncipe ha estado pendiente de los movimientos de su padre, que ha caminado con dificultad y ayudado por un bastón los escasos pasos que le separaban del asiento. Durante el desfile, el rey se ha sentado al menos en una ocasión antes que las demás autoridades.
183 periodistas de 40 medios diferentes se acreditaron para cubrir el acto. El año pasado, apenas 20 periodistas asistieron.