¿Por qué es importante votar el 25 de mayo?
Estas elecciones son relevantes porque en las instituciones europeas se decide gran parte de las políticas públicas y de la legislación que se aplica después en todos los Estados miembros. Por tanto, un ciudadano español ha de tener el mismo interés o incluso superior en participar en unas europeas que en unas generales o unas municipales. Lo que pasa es que la gente no es consciente de eso. Pero que la gente no sea consciente no quiere decir que esto no sea así.
¿A cuántos eurodiputados aspira VOX?
¡Bueno! Somos un nuevo partido, acabamos de nacer. Estamos en una fase de organización y estructuración y no nos hemos marcado un objetivo más allá de obtener representación. Ahora, en qué grado y volumen no sé, no me atrevo a marcar un nivel. Desde luego, queremos entrar y, a partir de ahí, los votantes dirán.
¿VOX es derecha sin apellidos o usted es de los que piensa que la distinción izquierda-derecha no tiene sentido?
Las etiquetas siempre son empobrecedoras y reduccionistas y muchas veces se utilizan para descalificar al adversario de manera maniquea. VOX queda definido por su manifiesto fundacional, donde claramente se establece que es un partido comprometido con la economía de mercado, con la unidad nacional, con las libertades civiles y políticas, con el imperio de la ley, con la independencia de los órganos constitucionales y reguladores, especialmente con la independencia de la justicia...
Y, sobre todo, con la unidad de España.
Sí, con la unidad de España y la defensa de la familia. Yo creo que VOX está claramente comprometida con los valores de la sociedad abierta. Y en ese sentido, de una manera clásica o, si se quiere, convencional, se la podría situar en el espectro político europeo dentro de la derecha clásica y el espacio liberal conservador.
¿Se va a constatar ya la ruptura del bipartidismo?
Yo creo que el 25 de mayo lo que habrá será un aviso. No creo que el bipartidismo quede ya eliminado. Creo que en el futuro va a desaparecer en España, eso ya está cantado, pero será sólo aviso. Si por ejemplo, UPyD pasa de un diputado a tener cuatro o cinco, si PSOE y PP tienen descensos significativos respecto a lo que tuvieron en 2009, si entra VOX, si entra Ciudadanos ... Todo esto van a ser señales de que ese duopolio que había sido típico en la sociedad española desde la Transición no va a desaparecer ya, pero sí sucederá a medio plazo.
¿Y se darán por enterados los dos partidos tradicionales?
Si no lo entienden, será peor para ellos.
¿Cómo llegó a estar tan decepcionado con el PP como para llegar al punto de montar su propio partido?
Yo he estado dentro del PP 30 años y, desde luego, no lo hubiera dejado si este Gobierno en dos años y medio no hubiera incumplido de manera tan grave sus promesas electorales y no hubiera renunciado a defender los principios y valores del espacio político que representa. Pero ¡claro!, si resulta que una persona como yo, que ha estado siempre luchando en primera línea y que en la etapa Zapatero estuvo entregado en cuerpo y alma a que acabara ese periodo nefasto de nuestra historia y el PP pudiera gobernar con mayoría absoluta, se encuentra con que el nuevo Gobierno sube los impuestos y renuncia a derrotar a ETA sin contrapartidas.
Además excarcela a Bolinaga, muestra debilidad frente al separatismo catalán, se reparte el Consejo General del Poder Judicial con el PSOE por cuotas de partido. Convendrá entonces que una persona como yo y otros muchos del PP no podemos aceptarlo porque es lo contrario de lo que creemos. No es que sea distinto, no es que tengas una diferencia en un punto u otro. La actual dirección del PP ha dejado de ser del PP, es otra cosa. Es como si la Tierra la invadieran los marcianos. Evidentemente nos hemos tenido que ir.
¿Entonces, Aznar se equivocó al designar a Rajoy como sucesor?
Primero, fue un error que Aznar designara a su sucesor. Lo que tenía que haber hecho es dejar que el partido lo hiciera. Él ya se equivocó haciendo eso porque faltó gravemente a la democracia interna y mostró un autoritarismo que es impropio de una sociedad democrática. Y luego, que no calculó en absoluto. Él creyó que las elecciones de 2004 se ganarían con el PP y que Rajoy, con una larga experiencia de gobierno y que había sido ministro de prácticamente todo y con fama de sensato y tranquilo, pensó que sería un sucesor cómodo porque todo circularía por los cauces previstos. Lo que pasa es que no pudo calcular nunca es el 11-M y tampoco que Rajoy se le transformaría en socialdemócrata. Eso no lo podía saber.
No tardó en meter el dedo en la llaga e invitar a Aznar a que hiciera campaña con usted. ¿Le contestó?
La verdad es que no me preocupa mucho tener respuesta o no. Yo sé cómo piensa Aznar perfectamente, él lo ha dicho públicamente varias veces en los últimos tiempos. Está totalmente alejado de esa dirección actual del PP, piensa completamente distinto. Aparte de que los signos de alejamiento entre la dirección, el Gobierno y Aznar han sido muchos. Los gestos a nivel formal como las ausencias del Gobierno en la presentación de sus memorias o que no lo invitaran al principio a la campaña... lo que pasa es que era una cosa tan ridícula y absurda que al final han tenido que invitarle. Pero que Aznar está en otra galaxia en este momento lo sabe todo el mundo.
Usted ha propuesto acabar con los parlamentos autonómicos y con RTVE. ¿Qué modelo de país quiere VOX?
Nuestro modelo es muy sencillo: un Estado que sea viable y eficiente. Tenemos una estructura territorial que no podemos mantener porque ha arruinado la unidad de mercado y nos está arruinando. Hay que modificarla a fondo. Después tenemos 4.000 organismos públicos y el 90% son inútiles y hay que cerrarlos, empezando por RTVE, por supuesto. Y tenemos una política de subvenciones absolutamente ruinosa. Estamos pagando cosas absurdas.
¿Cómo cuáles?
Hay que suprimir las subvenciones a partidos, sindicatos y organizaciones empresariales, por ejemplo. Lo que tenemos es un Estado al servicio de los partidos y lo que necesitamos es que esté al servicio de la gente. El de ahora es de gran tamaño, muy complejo y con mucho empleo público innecesario para dar trabajo a los enchufados y clientes políticos. Cruje a la gente a impuestos mientras mantiene un gasto absurdo. Eso es lo que tenemos que cambiar. Y cuando lo decimos en nuestros actos encontramos buena respuesta. Se llenan y la gente está muy entusiasta y todo lo que decimos lo aplauden con gran fervor.
¿Qué papel juega José Antonio Ortega Lara en la formación?
Es un fundador y miembro del comité ejecutivo además de cerrar la lista europea. Y además participa activamente en la campaña, sobre todo en su tierra natal, Castilla y León. Está totalmente implicado. Es uno de los que más ilusionado está.
¿Qué opina de sus contrincantes?
Cañete, Valenciano y Meyer son gente con experiencia europea y están preparados, ¡qué duda cabe! He estado 15 años allí y es una muestra de ignorancia la acusación de que es un cementerio de elefantes. Cañete estuvo 11 años allí, Meyer lleva creo 15 y Elena algo menos, pero también estuvo años. El Parlamento Europeo es una Cámara muy viva donde se dirimen cosas capitales para los ciudadanos. De hecho tiene mayor importancia lo que se discute allí. Gran parte del papel de los parlamentos nacionales es trasponer directivas y directrices que vienen de Bruselas.
¿Y sobre el resto de partidos que, como el suyo, aspiran a obtener representación?
Conozco muy bien y tengo una larga amistad con Javier Nart y con Paco Sosa Wagner. Y a Pablo Iglesias también lo conozco, menos, pero he estado con él en programas y tertulias. Políticamente me parece que está del todo equivocado pero eso no quiere decir que no le tenga aprecio porque es una persona seria e inteligente. Al juez Elpidio lo conozco poquísimo, sólo le he visto en una ocasión. Y a Falciani, tampoco.
Los avales para poder presentarse los consiguió gracias a cargos del PP, en especial de Madrid y Valencia. ¿Le fue difícil?
Como todos los partidos, teníamos que presentar 15.000 firmas de ciudadanos o bien el aval de 50 cargos electos. Presentamos 25.000 firmas y 108 avales, de los cuales había unos cuantos del PP.
Unos cuantos, no. Casi la mitad.
¡Bueno! Es un número apreciable y es un gesto que agradecemos mucho. Pero que no le extrañe, por ejemplo José Antonio Ortega Lara, Santi Abascal, José Luis González Quirós y yo éramos militantes del PP hasta hace muy poco. De nuestros 3.300 militantes hay muchísimos que eran militantes del PP y se han pasado a VOX.
Lo dice con orgullo.
Sí. Es que es gente que intenta ser coherente.
