Más de un centenar de vecinos de Carboneras (Almería) se han reunido este jueves en el paraje de El Algarrobico para reivindicar que el hotel de 411 habitaciones y 22 plantas promovido por la empresa Azata sea "legal", para lo que han repintado la fachada del edificio en la que el pasado domingo miembros de Greenpeace escribieron 'Hotel ilegal' para cambiar el mensaje y pedir un "hotel legal".
En declaraciones a Europa Press, el promotor de la acción, Pascual Díaz, ha señalado la "activa participación" de los vecinos del pueblo y se ha mostrado "muy orgulloso de la gente" que ha participado en un acto con el que, según ha explicado visiblemente emocionado, "solo queremos lo mejor para Carboneras".
Según ha explicado, la convocatoria ha cumplido las expectativas. "Hemos hecho lo que teníamos pensado, todo ha ido muy bien. Hemos quitado la 'i' de "ilegal" y nos han sobrado dos latas de pintura, que devolveremos", ha explicado Díaz, quien ha agradecido la participación de los ciudadanos de Carboneras que se han dado cita frente al hotel a las 10,00 horas.
"Estoy muy contento. Nosotros ya hemos puesto nuestro granito de arena", ha apuntado este vecino de Carboneras que regenta un bar en el municipio donde diariamente "hablas con unos y con otros y te dicen lo mal que están las cosas". "El pueblo tiene ganas de que esto se abra porque la pesca va mal y la construcción también ha bajado", ha explicado al señalar los niveles de desempleo que soporta el municipio.
Cerca de cien activistas de Greenpeace entraron el pasado domingo en el Hotel El Algarrobico, el enorme edificio inacabado levantado en el Parque Natural Cabo de Gata-Nijar, para pintar un círculo negro de 8.000 metros cuadrados sobre su fachada. Los ecologistas exigen la demolición del gigante de 21 plantas que desde la paralización cautelar de sus obras en 2006 continúa a 14 metros de la orilla a la espera de la decisión definitiva.