Elena Valenciano ha dicho esta mañana en Coslada que ella quería una campaña de actos pequeños, para hablar con la gente y poder mirarla a los ojos. Pero, tal y como está la valoración ciudadana de los políticos, esto entraña sus riesgos. La candidata socialista lo ha sufrido al tener que suspender un acto de reparto de propaganda electoral en el mercadillo de Torrejón de Ardoz, en Madrid, tras ser objeto de abucheos, pitos y algún insulto.
La cita electoral de este miércoles había levantado gran expectación mediática porque era el único día en la campaña electoral en el que compartían escenario Valenciano y el posible candidato a las primarias del PSOE, Eduardo Madina. Y eran dos las citas matinales las que se habían preparado: una visita a un centro comercial de Coslada con un pequeño mitin posterior y una visita al mercadillo de Torrejón para repartir propaganda.
El primer acto ha sido muy pobre. A la hora del inicio, había casi más periodistas que público. Valenciano, Madina y Maru Menéndez, la dirigente del PSM, han visitado entre una nube de cámaras el centro comercial. Han entrado a dos tiendas: una mercería y una librería, donde Madina le ha comprado un libro a la candidata.
No han faltado las fotos, los besos y la expectación que levantada en el centro comercial ha hecho que se acercaran al acto más personas, aunque apenas han llegado al centenar.
Madina ha hecho un discurso políticamente correcto donde no había una frase que pudiera interpretarse en relación a sus aspiraciones futuras en el partido. Valenciano ha tirado de manual y apelado al voto de los jóvenes, de las mujeres y de la izquierda, "para que el 25 de mayo le digamos un no como una casa a las políticas de Mariano Rajoy".
Todo ha sido muy breve. Y luego, camino de Torrejón. Al llegar, la candidata ha sido recibida por una docena de miembros de la agrupación socialista de esta localidad madrileña y todos han cogido un buen puñado de trípticos para ponerse a repartir por el mercadillo, incluida Valenciano.
Pero el ambiente ya se presagiaba muy hostil. Valenciano se ha acercado a un solo puesto, el primero, oyendo gritos por todos los lados, la mayoría de los tenderos: "¡Aquí te quería ver yo trabajar!". "¡No vengáis aquí sólo a haceros la foto!". "¡Ladrones!".
Entonces, Valenciano y la comitiva se han puesto en el centro de la callejuela que estaba rodeada de tenderetes, y han empezado a acelerar el paso. A la vez, aumentaban los pitidos y las voces desde los puestos -también hubo alguna dándole ánimos- hasta que han conseguido encontrar una calle de salida del mercadillo. El paseo ha durado apenas dos minutos.
Madina, intencionadamente o no, se ha librado de todo. Se había quedado rezagado atrás haciéndose fotos, ninguna cámara estaba con él y aún es poco conocido. Por eso ha hecho el trayecto sin ningún problema a unos 30 metros por detrás de la candidata.
El disgusto era evidente en las filas del PSOE, aunque un dirigente del partido ha logrado la lectura positiva: "Salir a la calle tiene estos riesgos, pero Valenciano lo va a seguir haciendo".