Los principios recogidos en un manifiesto firmado por varias organizaciones vinculadas a la Iglesia Católica han molestado, o por lo menos "ha llamado la atención", a miembros del PP, aunque prefieren no pronunciarse abiertamente. Los conservadores están acostumbrados a que desde la jerarquía de la Iglesia Católica se les hagan guiños a la hora de hablar de comicios. Y también desde los púlpitos de las parroquias, donde algunos sacerdotes incluso han visto sus homilías circulando luego por internet por haber pedido de manera demasiado descarada el voto para el PP. "Este documento parece que va contra nosotros", comentaba hace unos días un diputado del PP en el Parlamento de Andalucía.
¿Por qué? Básicamente porque estos movimientos animan a una "participación masiva" y a un voto en conciencia en las elecciones europeas del 25 de mayo, basado en unas garantías que se acercan más a las propuestas de los programas de los partidos de izquierda que a las que defiende el PP, con el que han tenido sus más y sus menos en el Gobierno de la Nación. El escrito está firmado por Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (Confer), la Comisión General de Justicia y Paz y África-Europa Fe-Justicia (AEFJ) e incide en la necesidad de "apostar decididamente por una Europa comprometida con una justicia económica y social".
Dentro del PP hay quien ha visto mucha contundencia en el escrito a la hora de definir los principios para ese modelo de Unión Europea, dado que se citan propuestas que están incluidas en los programas de los partidos de izquierda. El manifiesto, además, llega en un momento en que las políticas del PP a escala nacional han agradado a la Iglesia Católica en algunos casos, como las polémicas nueva Ley del Aborto, todavía pendiente de aprobarse, o la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), recurrida por varias comunidades autónomas en el Tribunal Constitucional.
Pero, paralelamente, Cáritas -una organización en la que tanto la derecha como la izquierda coinciden que cuenta con uno de los mejores termómetros de la realidad social- ha tenido que ver cómo el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ninguneaba su último informe sobre la pobreza en nuestro país. "Que no provoque un debate que no se corresponde con una realidad, la de una España que está superando la crisis con el esfuerzo económico y también con políticas de cohesión social", decía el ministro.
La réplica parece haber llegado ahora en forma de un manifiesto que recuerda a los cristianos que deben comprometer su voto con una Europa que apueste por "un modelo de economía social de mercado" y donde tenga importancia "la voluntad decidida de preservar los derechos fundamentales de las personas". Eso se concreta en el mismo escrito con políticas para "promover una reforma del sistema financiero (...) favoreciendo la creación de una autoridad democrática universal que lo haga posible"; la lucha contra la exclusión social, "a través de una renta básica familiar"; evitar "la mortalidad en el mar y las fronteras, estableciendo vías efectivas y realistas para la inmigración laboral y el asilo en Europa"; e incluso, con "la promoción del desarme" y el "control del mercado de armas"... Independientemente de que se mencionan las preocupaciones comunes a todos los partidos como la lucha contra el desempleo o el compromiso con el medioambiente y contra el cambio climático.
Considera, en definitiva, que hay muchos derechos "no atendidos" todavía por las estructuras "legislativas y ejecutivas" de la UE. Otra cosa es que a la propia Iglesia Católica realmente le interese que en nuestro país los votantes se decanten por unos partidos de izquierda que también abogan por abrir el camino hacia su autofinanciación y por renunciar a los acuerdos firmados entre España y el Vaticano.