La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, se ha estrenado en un mitin del PP para pedir el apoyo a su antecesor en el cargo y cabeza de lista del partido a las europeas porque, según ha dicho, "no hay inversión más rentable que votar a Miguel Arias Cañete".
García Tejerina ha intervenido en el mitin que hoy cierra Cañete en el cuartel del Conde Duque de Madrid, junto a la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella, y el presidente de la Comunidad, Ignacio González.
La nueva ministra de Agricultura ha advertido de que el "trabajo costoso" que el Gobierno ha hecho en estos dos años no puede traducirse en una "desafección hacia el PP", sino en todo lo contrario, porque es su partido, ha dicho, el que está "reconstruyendo España".
"Al PP siempre le toca bailar con la más fea, le tocó en el 96 y cambiar las cosas y por supuesto ahora, con la gran crisis" cuando volvió al Gobierno en 2011, ha señalado Tejerina, quien ha apuntado que en la anterior ocasión cuando el PP entregó las riendas del país a los socialistas era un España era "Titanic" y el PSOE les devolvió una "patera".
Isabel García Tejerina ha señalado que hay "dos maneras muy distintas" de estar en las instituciones europeas.
Una, la del PP, "haciendo del interés de los ciudadanos españoles su causa" y la otra, la del PSOE, haciendo "servilismo" hacia otros estados miembros, buscando amigos y consiguiendo al final no tenerlos.
En estos dos años, ha asegurado, los populares han negociado hasta "el último céntimo", que en el caso del sector que ella conoce se ha traducido en "mejores rentas" pata los agricultores y ganaderos.
"El Gobierno del PP siempre trae más para España", ha insistido la ministra, quien ha puesto en valor la tarea de su antecesor.
Así, ha señalado que Miguel Arias Cañete "ha llevado riqueza a todos los rincones de España". "No hay inversión más rentable que votar a Miguel Arias Cañete", ha insistido.
Y ha subrayado que hay dos opciones, o votar al PP por un lado o abstenerse y votar otra opción por el otro, y en este segundo caso los ciudadanos "se castigan" a sí mismos.
