El Ministerio del Interior acumula tres meses de retraso en la presentación de las cifras relativas a la inmigración irregular en 2013. El departamento que dirige Jorge Fernández Díaz aún no ha publicado el balance anual, que normalmente se presenta a principios o mediados de enero. Esta demora coincide con la mayor tragedia ocurrida desde hace años, la muerte de 15 subsaharianos que intentaban llegar a nado a Ceuta, y la polémica por la actuación policial.
Un portavoz de Interior señaló, a mediados de febrero, que el "balance anual sobre la lucha contra la inmigración irregular" se presentaría la semana siguiente. Lejos de cumplirse, a principios de marzo el ministerio justificó la dilación en la falta de unos datos que debía aportar la Policía. Una vez presentados, solo faltaba hacer un repaso y cerrar la fecha de publicación, según ese mismo portavoz, que indicó que podría producirse a través de la web sin necesidad de hacer una presentación en la que Fernández Díaz se someta a preguntas de los periodistas, como hizo el año pasado.
Otras razones esgrimidas por el departamento es que se decidió presentar antes el balance de la criminalidad por lo que tuvieron que posponerlo y que "cuando ya estaba terminado surgió la comparecencia del secretario de Estado" para rendir cuentas por la tragedia de Ceuta por lo que se hizo necesario "esperar un poco". El número dos de Interior, Francisco Martínez, se hizo en eco en el Congreso del descenso de inmigrantes y únicamente avanzó la cifra de personas llegadas a Canarias (196).
"En unos días -dijo Martínez entonces (19 de marzo)- colgaremos en la web del Ministerio del Interior el balance 2013 sobre la lucha contra la inmigración irregular con datos y con algunas conclusiones de lo que se ha realizado en este ámbito el año pasado". Ha pasado más de un mes y la dirección del ministerio no ha dado la orden de publicar las cifras definitivas.
El Gobierno niega que el retraso esté relacionado con la polémica por la tragedia de Ceuta en la que murieron 15 personas inmigrantes y la consiguiente polémica por la actuación de la Guardia Civil, que empleó material antidisturbios mientras los subsaharianos estaban en el agua. A ello se suma la alarma que intentó crear el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, al alertar de la presencia de 30.000 subsaharianos en Marruecos que tienen la intención de llegar a Europa a través de España y unas 40.000 personas que tienen el mismo objetivo en Mauritania.
¿Peores datos?
En contraposición, Interior justificó que el atraso se debe a "cuestiones de agenda" y auguró que los datos del balance anual de 2013 son "buenos". No obstante, un informe de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) señaló que durante el año pasado se produjo un aumento notable de las entradas por Ceuta y Melilla, los puntos débiles del Gobierno. De las 2.841 personas que lograron acceder a las ciudades autónomas en 2012, la cifra ha ascendido hasta las 4.354, según este estudio.
"Nos parece llamativo y sospechoso que justo cuando se produce la tragedia en Ceuta y, para justificar lo que pasó, empezaran a lanzar cifras que nada tienen que ver con la realidad y de pronto ese balance no se presente", expresa Carlos Arce, de APDHA, que califica como "barbaridades" las expresiones de "invasiones" que ha promocionado Interior y recuerda que, frente a los 7.000 inmigrantes que han llegado en el último año, 400.000 extranjeros han abandonado España.
Las cifras sobre la inmigración irregular siempre preocupan a Interior, que el año pasado presumió de la reducción de llegada de personas inmigrantes cuadrando los números al alza. Jorge Fernández Díaz destacó el descenso de la inmigración irregular en un 30% en 2012 respecto al año anterior; sin embargo, omitió que en 2011 se produjo, a su vez, un incremento de las llegadas de sin papeles a las costas españolas y que, en realidad, la cifra era similar a las del año 2010.
Además, el documento elaborado por Interior para su presentación en público comparaba años de forma confusa: los datos de 2012 se contraponían a los de 2006, año en que se produjo un pico inusual en los balances migratorios. Ese año se registraron 39.180 entradas de personas sin papeles en el marco de lo que el ministro ha denominó la "crisis de los cayucos" tras la Ley de Extranjería promovida por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que contemplaba regularizar la situación de los inmigrantes que demostraran arraigo laboral. Sin embargo, los datos de 2007 ya volvieron a las cifras habituales.
En el caso de Ceuta y Melilla la comparativa también fue llamativa ya que solo reflejó los años 2001 y 2005 con cifras superiores a los dos últimos balances, pero olvidó que desde 2006 hasta 2010 la cifra de llegados a las ciudades autónomas fue considerablemente menor. Ahora, según los datos de la asociación, parece que han vuelto a incrementarse las entradas, pero el Gobierno no da todavía las cifras oficiales.
Los datos ocultos del informe anterior: