La peor de las opciones sobre el caso Bárcenas se cierne ahora sobre los intereses de Mariano Rajoy. El ingreso en prisión del extesorero era la principal línea roja que casi todos querían evitar en el PP y en el Gobierno, a excepción de Alberto Ruiz Gallardón.
Rajoy teme que Bárcenas haga saltar por los aires los cimientos del PP y que, tras su encarcelamiento, se encargue de contar todo lo que sabe sobre la presunta financiación irregular del partido. El entorno del presidente responsabiliza a los ministerios de Justicia e Interior.
La decisión del juez Ruz abre una brecha en el seno del Ejecutivo en donde pocos entienden la razón de que el caso del extesorero ponga en cuestión el poder de Rajoy y el peso del PP en todos los órganos de poder institucional.
Fuentes del PP consultadas por eldiario.es señalan que la distancia entre Rajoy y su ministro de Justicia se ha acentuado en los últimos meses por este motivo. Según estas fuentes, Rajoy considera que Gallardón no ha hecho todo lo que estaba en su mano para evitar que el caso Bárcenas sea un lastre constante para su Gobierno. Una tésis que los portavoces oficiales del PP han negado sin dudar a las preguntas de esta redacción.
En el entorno de Bárcenas también se señala a Gallardón como muñidor del encarcelamiento del extesorero. Fuentes muy cercanas a Bárcenas consultadas por eldiario.es afirman que el ministro de Justicia quiere atacar a Rajoy forzando a Bárcenas a contar lo que sabe del presidente. Un golpe de mano, según estas fuentes, para propiciar la salida de Rajoy de la Moncloa y el ascenso del exalcalde madrileño.
Según altos cargos del PP, Gallardón se encuentra solo en el Gobierno. Sus apoyos, señalan estas fuentes, se encuentran fuera del Ejecutivo y están liderados por José María Aznar. El expresidente ha protagonizado en las últimas semanas varios encontronazos con Rajoy, cuya labor de Gobierno ha criticado con dureza extrema. En ese contexto Gallardón salió en apoyo de Aznar para decir que "la voz de un expresidente de Gobierno siempre debe ser oída, al margen de la coincidencia o la discrepancia".
En los últimos meses Bárcenas ha mantenido la interlocución con el PP. Según ha sabido esta redacción, el extesorero ha continuado comunicándose directamente a través de llamadas telefónicas a Rajoy a quien habría manifestado su malestar ante la evolución del proceso judicial que se sigue contra él. La última novedad relevante del caso Gürtel ha sido la decisión del magistrado de expulsar al PP del proceso al entender que los de Rajoy han primado la defensa de Bárcenas en vez de su papel de supuesto acusador en la causa. Con Bárcenas en la cárcel, todos esos puentes podrían haberse roto.
El malestar de Rajoy y los suyos se extiende al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz a quien se responsabiliza de no controlar la afición de la policía de escribir nuevos informes con datos ya publicados. Esta queja se hace ya a cara descubierta y en ruedas de prensa. Así lo denunció el número tres del PP, Carlos Floriano, el pasado lunes al hablar de informes elaborados a modo de "refrito" en los que no se incluye nada nuevo y que son movidos por la intención de causar perjuicio al PP.
En Génova 13 ha causado especial malestar las informaciones sobre Ana Mato, incluidas en nuevos atestados policiales a pesar de tratarse de datos ya conocidos y publicados durante los primeros años de intrucción de la operación Gürtel. Rajoy, que decidió respaldar a su ministra de Sanidad, ha tenido que enfrentarse en los últimos meses a nuevas y constantes noticias en prensa en las que se ha insistido en los pagos de la trama Gürtel a la ministra de Sanidad.