Solo Mariano Rajoy sabe con certeza quién será el nuevo ministro de Agricultura. El presidente es un político que cree que llevar ciertas noticias en secreto refuerza su liderazgo, y gusta de usar estas decisiones para demostrar quién manda. Su poder en el partido no está limitado por cuota alguna. Podría rifar el puesto cantando «pito, pito, gorgorito» y nadie en el PP se quejaría. Pero Rajoy también presume, con razón, de ser un presidente «previsible». Según la estadística, la experiencia y varias fuentes informadas, estas son -ordenadas de mayor a menor probabilidad- las cuatro posibilidades.
1. Javier Arenas vuelve al Gobierno. Es el candidato con más papeletas para sustituir a Arias Cañete. Ahora que González Pons se va a Bruselas, es el único dirigente del partido a la espera de destino. Quiere ser ministro, aunque sea de Marina, y cumple con el principal requisito para sentarse en el Consejo de Ministros: una excelente relación con el jefe. Rajoy vendió «el Gobierno de los mejores» en la campaña, pero en la práctica ha nombrado al Gobierno de sus mejores amigos. Salvo Luis de Guindos -que ya era pasarse nombrar a Montoro ministro de Economía-, no hay un solo tecnócrata en el equipo. Los ministros son sus colegas: aquellos que le han demostrado una lealtad perruna durante los duros años de oposición contra Zapatero, Aznar y Esperanza Aguirre.
2. Un barón de salida. Hay dos que estos días intentan estar localizables en el teléfono: el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el de La Rioja, Pedro Sanz. El burgalés Herrera no quiere un cuarto mandato, y no sería el primer presidente castellanoleonés que saliese del cargo como ministro: lo mismo pasó con su antecesor, Juan José Lucas. En cuanto a Sanz, lleva en el puesto desde 1995. Va para dos décadas y ya es el decano de los presidentes autonómicos.
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¿Quién sustituirá a Cañete?
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