La muerte de Gabriel García Márquez deja a la literatura huérfana del escritor que supo plasmar en páginas las tribulaciones de parte de la sociedad latinoamericana. Esa misma que le vio crecer en su Aracataca natal (Colombia), donde se inició el camino de un periodista y novelista que lidera la corriente que él mismo forjó: el realismo mágico.
Gabo fue el escritor que dio a conocer el hielo de la literatura a través de la angustia existencial de sus personajes, en situaciones que él mismo creaba y dotaba de veracidad por medio de recursos que nadie había usado hasta entonces, al menos no como él. Una facilidad que le permitía dejar un vestigio en todos sus lectores a través de términos muy comunes pero a los que dotaba de un sentido impactante e indeleble.
Un estilo que trasladó a sus crónicas periodísticas, con las cuales experimentó para dejar novelas que desgarraban por medio de las metáforas, y en las que era complicado convencerse de que eso que relataba nunca ocurrió. La siguiente es una selección de las cinco novelas que permiten saber cómo era García Márquez cuando machacaba el papel a ideas y sentencias, además de para redescubrirle, aunque sea en ocasión tan negra.
Crónica de una muerte anunciada
El relato del asesinato de Santiago Nasar por los hermanos Vicario fue la que encumbró el estilo periodísicto del colombiano, con ápices del llamado realismo mágico con el que vivió toda su vida. La brevedad y el estilo explícito de esta novela publicada en 1981 provocaron que fuese una de las habituales en los colegios de España y Latinoamérica. Y aún nadie sabe quién y cuándo provocó la muerte a Nasar y la desdicha de Ángela Vicario. Y lo que es más importante: aún mucha gente se lo pregunta.
El coronel no tiene quien le escriba
La vida de un viejo militar retirado que espera todos los días a que le llegue su pensión es probablemente una de las novelas cortas más conocidas que se han escrito. La pobreza y la crítica a los sistemas que dejaban de lado a los ancianos son los dos aspectos que más destacan en una obra con un final inmortal y de una sola palabra: "Mierda".
Relato de un náufrago
Los militares y la guerra civil colombiana de la década de 1960 han ido de la mano en las líneas de García Márquez. Ésta fue una de sus obras más polémicas, en la que contaba la supervivencia de Luis Alejandro Velasco, un tripulante de un buque militar que cayó al mar y que logró escapar a la muerte que le traían las olas durante 10 días a la deriva.
Noticia de un secuestro
Publicada en 1996, fue una de sus últimas grandes novelas. En ella volvió a asumir la última tragedia que vivía su Colombia natal: el narcoterrorismo. Está basada en los secuestros de varias personalidades de su país por 'Los extraditables', un grupo terrorista que abogaba por derogar los tratados de extradición con Estados Unidos.
Cien años de soledad
Si algo logró García Márquez con su escritura fue que sus descripciones, así como los episodios que viven sus personajes, pasasen al acervo de su masa de lectores. La historia de la dinastía Buendía, de la que hacía falta elaborar un árbol genealógico al que acudir conforme pasaban los capítulos para saber de quién se hablaba en cada momento, reventó las listas de ventas en Latinoamérica y todo el mundo. Apareció en 1967 y, desde entonces, es imposible no recordar el día en el que el coronel Aureliano Buendía conoció el hielo.