Los dos grandes partidos en el Congreso de los Diputados cerraron todas las puertas a la propuesta del Parlamento de Cataluña para tener la potestad de celebrar la consulta soberanista.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, tomaron la palabra para cerrar todas las puertas a la propuesta catalana, aunque con matices diferentes.
Por primera vez en todo lo que va de legislatura, la bancada del PSOE escuchó atentamente a Mariano Rajoy, y la del PSOE, a Alfredo Pérez Rubalcaba. Incluso, hubo aplausos esporádicos de diputados del PP al discurso del líder de la oposición, y hasta se vio palmotear en la mesa de su escaño a Alfonso Guerra cuando escuchaba la intervención de Mariano Rajoy. Fuentes del PP, además, aseguran que "gustó el discurso" que hizo Rubalcaba.
Pero, tal vez por ello, el líder socialista quiso diferenciarse de la actitud y la posición del Ejecutivo, proponiendo abiertamente un cambio de la Constitución y una nueva reforma estatutaria que puedan volver a votar los ciudadanos de Cataluña.
Rubalcaba admitió que existe un problema serio de convivencia entre Cataluña y España, pero dijo que ni la autodeterminación ni la independencia es la solución. Y dio su receta: "Queremos seguir viviendo juntos, y tenemos que decidir juntos. Y, luego, que se vote, pero sobre un acuerdo, no sobre un desacuerdo".
El líder del PSOE no se cansó de repetir que hay que sentarse a hablar, buscar acuerdos y abrir la Carta Magna de par en par, sin que por ello se vaya a un nuevo proceso constituyente.
Pero, a la vez, dejó claro que el PSOE estaba en contra de la proposición porque, en su opinión, no lo permite la Constitución española: "Lo que no cabe es preguntar a unos cuentos, aquello que corresponde a todos".
Y ése fue el discurso de Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno, tomó la palabra tras escuchar a los tres comisionados del Parlamento de Cataluña, para cerrar todas las puertas a la posibilidad de la consulta: "Ni la competencia que demandan es transferible, ni el propósito para el que la solicitan es conforme a la ley".
Rajoy indicó que lo que viene desde el Parlamento catalán es "un proyecto de ruptura" y que el debate de este martes sólo era "una pieza instrumental" para conseguir ese fin.
Por ello, el presidente del Ejecutivo ha indicado que, salvo una reforma constitucional que no dijo que apoyara pero que la apuntó como único instrumento posible para las pretensiones independentistas, "esta Cámara no puede aceptar que se les ceda una competencia intransferible para convocar un referéndum que tiene como objeto líquidar el régimen constitucional".
Tímidamente, Rajoy ofreció alguna posibilidad futura de diálogo bajo estos planteamientos –"siempre dentro de los límites que nos exige la Constitución"–, pero acabó su intervención como la empezó: "Soy y seré el presidente de todos".
Gobierno y PSOE, aunque con matices importantes, se gustaron en sus respectivos discursos. La proposición de Ley se ha topado con sus votos que, a día de hoy, representan el 84% de la Cámara Baja.