El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, no ha dejado pasar la oportunidad de introducir mensajes con carga política durante la misa funeral en honor de Adolfo Suárez. Entre recuerdos a la figura del expresidente y a su importancia en la vida política española, Rouco se ha referido a "aquella España que, con sus jóvenes, quería superar para siempre la Guerra Civil" y ha concretado: "los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar".
El posible renacimiento de esos hechos que, en opinión del cardenal, se pueden volver a repetir no ha sido la única referencia. También ha rescatado la frase que Suárez escogió como epitafio, "la concordia fue posible", para aplicarla a la política actual.
Así, el cardenal se ha preguntado "¿Por qué no ha de serlo también ahora y siempre en la vida de los españoles, de sus comunidades históricas?" en presencia de los reyes, los príncipes y el Gobierno casi al completo. Los 17 presidentes autonómicos y la nutrida representación de mandatarios extranjeros, entre la que ha resultado polémica la asistencia del guineano Teodoro Obiang, han escuchado cómo la alusión a las ansias de independentismo de Cataluña se colaban de refilón en la homilía.
En su sermón, Rouco ha recordado el espíritu de sacrificio de Suárez y su sentido de Estado, por lo que ha recordado "su vida al servicio de España. Esa entrega, en opinión del cardenal, "resulta inexplicable sin la fuerza inspiradora y motivadora del amor cristiano".
España, su unidad y su futuro han compartido protagonismo con algunas referencias más personales a Suárez y a la pérdida de su mujer e hija fallecidas a causa del cáncer. Así, ha llamado a rezar por su recuerdo y, por extensión, por España: "Su plegaria es hoy nuestra plegaria, la plegaria de la Iglesia de España. Es la plegaria de España".
Para despedir su sermón, el cardenal ha informado a los asistentes de que "la Virgen María quiere acompañar nuestra plegaria en esta eucaristía por nuestro querido hermano Adolfo y por España".