Celia Soria es una productora televisiva que ha encabezado la marcha que los trabajadores del Telemadrid han hecho desde la sede del ente hasta el Tribunal Supremo. "Este ERE ha sido el pensamiento de cada día, de cada día…", cuenta. Al conocer la resolución que ratifica que la dirección de la empresa hizo un expediente fuera de la ley pero que no se anula ha comentado a eldiario.es: "Lo que queríamos era salvar los puestos de trabajo". Y se resignaba: "Es una pequeña victoria".
Celia empezó su carrera en la televisión autonómica madrileña en 1990, sólo un año después del estreno de sus emisiones. "Entraba y salía con contratos por obra pero siempre con la idea de conseguir un puesto aquí", recuerda. Lo consiguió. Tras pasar por Top Madrid, Con T de Tarde "y muchos otros" espacios, obtuvo una plaza en el concurso de 2003. "Antes estuve en la productora que lanzó Pasa Palabra, fíjate, con el éxito en que se ha convertido, pero yo siempre busqué quedarme en Telemadrid", reflexiona.
"Aquí se renunciaba a ingresos pero, se suponía, se ganaba en estabilidad". Y añade: "Además, se puede –bueno, se podía– hacer programas impensables en otras cadenas. Cosas sobre educación infantil, de servicio público…".
Celia hizo un acuerdo consigo misma al aceptar un puesto de ayudante "que era bajar de categoría profesional" para ganarse un puesto "que ahora hacen desaparecer". Su último programa, relata, fue "Doble Página". Todos los meses de espera hasta el fallo del Supremo, junto con su marido también despedido por el ERE, "he tenido esto en la cabeza". Preguntada por si se conforma con que el Expediente se resuelva con unas indemnizaciones más cuantiosas contesta sin dudas: "Deseaba que fuera nulo a toda costa porque es de justicia".
Roberto Tornalmira, secretario general de Servicios de UGT (uno de los sindicatos que presentó la demanda), nada más conocer el fallo, expresaba a este diario su "sentimiento de rabia e injusticia". Según Tornalmira, con esta sentencia, "se hace pagar a los trabajadores con su puesto la mala gestión de una dirección que actuaba al dictado de una facción del Partido Popular". Una gestión, analiza, "que trajo ruina económica pero también periodística, como ha demostrado la caída de audiencia por la manipulación".
"Vamos a exigir que haya recuperación de puestos de trabajo", concluye. Desde el punto de vista técnico, los magistrados devuelven el ERE a la empresa, que tiene la posibilidad de indemnizar o readmitir. "Podría readmitir a los trabajadores y negociar, porque Telemadrid es viable", asegura.
Ambiente de guerra civil
Además de los trabajadores directamente expulsados por el ERE, los despidos han dejado a la Radio Televisión pública madrileña en una situación estrambótica. "En realidad llevamos meses divididos en dos bandos", cuenta Paloma Nolasco, redactora en Onda Madrid desde hace 15 años.
Esta trabajadora cuenta que se vive "un ambiente de guerra civil" entre los que apoyan las decisiones de la dirección y los que han estado en contra del ERE. "En la radio estamos viviendo lo mismo que en la tele, pero más tarde", al referirse a la separación entre redacciones.
"Hemos llegado a un punto en el que ni siquiera hay saludos". El ERE juzgado también afecta a la emisora radiofónica, aunque en menor número (20 de las 80 personas de la plantilla). Nolasco recuerda que "cuando la mayoría del comité de empresa fue incluido en el ERE –ella es afiliada al sindicato UGT– me llamaron de la dirección para prohibirme expresamente que hablara por el micrófono. Tuvo que venir un abogado para que el director se desdijera".
La redactora aseguraba horas antes del veredicto a eldiario.es que "con el corazón queremos que el ERE sea nulo aunque se corra el riesgo de cierre y la pérdida del trabajo". Tras el fallo del Tribunal Supremo, no habrá caso.