La Unión Europea (UE) impedirá a partir de 2014, cuando entrará en vigor el nuevo presupuesto plurianual, la concesión de subvenciones, premios y programas de financiación para entidades israelíes establecidas en los territorios ocupados, confirmó el martes la portavoz comunitaria de Exteriores, Maja Kocijancic.
"La Comisión Europea (CE) ha adoptado a finales de junio una notificación con directrices sobre la elegibilidad de entidades israelíes y su actividad en los territorios ocupados por Israel desde junio de 1967 para subvenciones, premios e instrumentos financieros financiados por la UE a partir de 2014", señaló la portavoz en la rueda de prensa diaria del Ejecutivo comunitario.
Aclaró además que las directrices no se aplicarán a las personas físicas, sino solo a entidades israelíes con actividades o establecidas en los territorios palestinos ocupados.
Kocijancic recordó que estas directrices, que se publicarán en los próximos días en el Diario Oficial de la UE, se han elaborado a raíz de una conclusión acordada en el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE de diciembre pasado en el que los países miembros subrayaban la importancia de limitar la aplicación de acuerdos con Israel al territorio reconocido por la Unión.
Estas directrices fueron preparadas a fin de cumplir con el compromiso asumido por la CE de hacer una "clara distinción en las legislaciones relevantes entre el Estado de Israel y los territorios ocupados", explicó además.
"También está conforme a nuestra posición continuada de que los asentamientos israelíes son ilegales bajo las leyes internacionales y al no reconocimiento por parte de la UE de la soberanía israelí sobre los territorios ocupados", recalcó.
Netanyahu, enfurecido
"No aceptaremos dictados externos en relación a nuestras fronteras. Esos asuntos se resolverán únicamente a través de negociaciones directas" con los palestinos, aseguró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en respuesta a la iniciativa europea. Netanyahu también dijo en referencia a los Veintiocho que sería razonable que "aquellos que deseen ver la paz y la estabilidad regional se ocupasen de este tema solo después de ocuparse de otros asuntos regionales más urgentes, como la guerra civil en Siria o la carrera iraní hacia las armas nucleares".
"Como primer ministro de Israel, no permitiré que los cientos de miles de ciudadanos israelíes en Judea, Samaria (nombres bíblicos para Cisjordania), el Golán y Jerusalén, nuestra capital eterna y unida, sean dañados".
La dura respuesta de Netanyahu se une a severas críticas por parte miembros del Gobierno y Parlamento israelí. El ministro de Finanzas y jefe de la segunda fuerza política del país, Yair Lapid, calificó la decisión de "miserable" y advirtió de que "sabotea los esfuerzos que (el secretario de Estado de EEUU John) Kerry está haciendo" para reanudar las estancadas negociaciones de paz.
También fue crítica la jefa de la oposición y del partido laborista, Shelly Yajimovich, quien consideró "muy desafortunado" que la Unión Europea "se concentre en sanciones y prohibiciones en vez de apoyar y ayudar los esfuerzos norteamericanos para reiniciar las negociaciones".
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), sin embargo, felicitó la decisión europea al considerar que con ella los Veintiocho "han pasado del nivel de las declaraciones y denuncias al de las decisiones políticas efectivas y pasos concretos".