Caminar durante toda una mañana ayuda a hacer amigos. Lo que durante las tres primeras horas es llevadero, comienza a ser pesado con las primeras rozaduras y ampollas, la rigidez en las piernas, el calor en los pies.
“Venga, p’alante que ya queda menos”, grita una mujer. Varios jóvenes cantan para animar y animarse. Avanzan desde Tarancón hasta Fuentidueña del Tajo en la llamada columna del Mediterráneo - una de las seis que conforman las Marchas de la Dignidad- con integrantes de Murcia, Alicante, Valencia, Castellón y Albacete. En ella participan desempleados, afectados por la hipoteca, voluntarios de la PAH, integrantes de diversos movimientos sociales o miembros del colectivo de los Yayoflautas.
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"Merecemos pan, techo y trabajo"
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