Occidente ha aprobado una nueva ronda de sanciones contra Rusia, más decidida en el caso de Washington que en el de Bruselas. Los norteamericanos han hecho públicos una serie de nombres, a diferencia de la UE, entre los que están varios políticos muy cercanos a Putin, aunque no el propio presidente ruso.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea han acordado sancionar a 21 dirigentes rusos y de Crimea considerados responsables de la inestabilidad en la región autónoma ucraniana de Crimea. En concreto, las sanciones afectan a 13 dirigentes rusos y ocho ucranianos. Se trata de cargos políticos y militares, entre los que no figuran ministros ni dirigentes cercanos a Putin. Oficialmente, la UE no ha querido dar los nombres de los objetivos del castigo, y sólo lo hará cuando estas sanciones se hagan efectivas a partir del martes.
Las medidas adoptadas por Washington sí incluyen a varios políticos muy cercanos al presidente ruso. "Han sido las sanciones más amplias aplicadas a Rusia desde el final de la Guerra Fría", ha dicho una fuente norteamericana. Entre los nombrados están Vladislav Surkov –uno de los asesores más influyentes de Putin–, Sergéi Glaziev –un economista que ha asesorado a Putin sobre Ucrania–, Valentina Matviyenko, presidenta de la Cámara Alta del Parlamento–, y el viceprimer ministro Dmitri Rogozin.
La Casa Blanca también impone las mismas restricciones a dos políticos de Crimea: Sergéi Aksionov –primer ministro– y Vladimir Konstantinov, presidente del Parlamento de Crimea.
Fuentes de la Administración de Obama afirman que algunos de estos nombres aparecen también en la lista de la UE.
Según ha explicado el ministro lituano de Exteriores, Linas Linkevicius, los veintiocho han decidido restringir los visados y congelar los bienes en territorio comunitario de los responsables políticos y militares sancionados. Linkevicius ha señalado que se aprobarán "más medidas en los próximos días".
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión acordaron la semana pasada una primera ronda de sanciones contra Rusia, mediante la suspensión de la negociación para liberalizar visados y para un nuevo acuerdo marco.
Los líderes también condenaron "firmemente" la violación de la soberanía e integridad territorial de Ucrania y pidieron una retirada inmediata de las tropas rusas a sus bases, a la vez que abogaron por el diálogo entre Kiev y Moscú.
En una tercera fase de medidas restrictivas, si no mejora la situación, el Consejo Europeo contempla opciones que pueden tener "consecuencias" para las relaciones entre la UE y Rusia en diversas áreas económicas.